La primera representación artística que se conoce de los tres Reyes Magos está ubicada en la llamada capilla griega de las catacumbas de Priscila, en Roma. Los frescos están datados entre la segunda mitad del siglo II y la segunda del siglo siguiente. Los magos llegados de Oriente, cada uno diferenciado por el color de su ropa, llevan en sus manos los regalos y la mirra que le van a ser entregados a la Virgen María que tiene en sus brazos al recién nacido Jesús.
Las catacumbas de Priscila son galerías fúnebres en la que los primeros cristianos se escondían y en donde eran enterrados. También son conocidas como Regina catacumbarum o Depositio Martyrum, por el gran número de mártires que encontraron enterrados allí tras su descubrimiento en el siglo XV. Lleva el nombre de Priscila dado que ese nombre fue hallado en una de las inscripciones funerarias. Se trataría de una mujer de raigambre senatorial, como tantos otros enterrados allí, descendientes de Manio Acilio Glabrión, cónsul y senador romano condenado a muerte por Domiciano, trás ser acusado de ser cristiano. El fue el esposo de Arria Plaria Vera Priscila, quien dio su nombre al antiquísimo cementerio bajo tierra. El acceso a la gruta se encuentra en Via Salaria y la entrada se realiza a través del convento de las hermanas benedictinas de santa Priscila.
ARRIBA DEL ARCO SE VE A LOS REYES MAGOS Y A LA VIRGEN CON EL NIÑO |