31 diciembre 2010

Robert De Niro, el que murió más veces

Por Humberto Acciarressi

Robert De Niro no es sólo uno de los mejores y más versátiles actores de cine. Tiene un récord un tanto macabro: se trata del artista que ha muerto más veces en la pantalla grande según el buscador ChaCha.com. Precisando, el sitio dice que estiró la pata en 14 ocasiones, aunque en realidad son 15, ya que se omite su muerte en la reciente "Machete". Algunas escenas son más recordadas que otras. Por ejemplo, la del final de "Cabo de miedo" (1991), o la de "La Misión" (1986), o bien las de "Brazil" (1985) y "Calles peligrosas" (Mean Street, 1973).

La "primera" muerte del actor ocurrió en "Mamá sangrienta" (Bloody Mama, 1970), seguida por "Muerte de un jugador" ("Bang the Drum Slowly", 1973), "This Boy’s Life" (1993), "Mary Shelley’s Frankenstein" (1994), "Fuego contra fuego" (1995), "The Fan" (1996), "Jackie Brown" (1997), "Grandes esperanzas" (1998), "15 Minutes" (2001) y "Mente siniestra" ("Hide and Seek", 2005).

Curiosamente, en una de sus actuaciones más memorables en la que parecía destinado a morir ("Taxi Driver", 1976), termina vivito y encima héroe. Detrás de él, lo siguen en número de muertes Bruce Willis (11 veces), y Johnny Depp y Brad Pitt (con 10). Aunque ya hay polémicas porque no falta quien dice que Pitt no puede morir en "¿Conoces a Joe Black", pues él mismo es la Muerte. Y tampoco puede hacerlo en "El club de la pelea", ya que es un producto de la imaginación de Edward Norton. Pequeños detalles.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

Regina Spektor: Live in London

Por Humberto Acciarressi

Regina Spektor no termina de convencer a ciertos melómanos porque -dicen algunos- es difícil encasillarla. Nacida en la Moscú todavía soviética en febrero de 1980, cuando llegó la Perestroika sus padres dejaron ese país que se asomaba al abismo y viajaron a los EE.UU. Para ese tiempo, Regina ya había estudiado piano, música clásica y era fanática de los Beatles, de Queen y del punk londinense. Tenía apenas nueve años. Hoy ya tiene treinta y en el medio enriquecieron su formación musical, artistas como Tom Waits o Radiohead. Cuando tenía apenas veinte se hizo amiga de Julian Casablancas y otros integrantes de The Strokes, de quien fue telonera. Apenas un par de años más tarde publicó su primer album comercial, "Soviet Kitsch" (antes ya había autoeditado "11.11" y "Songs", que pasaron inadvertidos para casi todo el mundo salvo para un pequeño grupo de fanáticos). Y fue así como pasó de minúsculos bares en el Lower East Side de Nueva York a conciertos de miles de personas en EEUU y Gran Bretaña. "Begin to Hope" y "Far" no hicieron más que sumarle popularidad, además de las bandas sonoras de tres películas, entre ellas "Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian".

Ahora, Warner Music acaba de lanzar "Regina Spektor. Live in London", en un set de CD y DVD. En este último, además del backstage y algunas entrevistas, hay 26 temas del larguísmo concierto que ofreció el 4 de diciembre de 2009 en el HMV Hammersmith Apollo de la ciudad británica. Con Regina como vocalista, en piano, teclados y guitarra, Kaoru Ishibashi y Yoed Nir en Cello, Dave Heilman en batería y Elizabeth Myers en viola, la cantante interpreta algunos de sus clásicos, como "The calculation", "Machine", "Hotel song". Y demuestra, como lo hizo hace poco en Buenos Aires, que tiene una elegancia austera que no impide que vuelen alto sus influencias rockeras, jazzísticas, pop y hasta punk.

(Publicado en el suplemento de música "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)

El Dakar: comienza la fiesta

Por  Humberto Acciarressi

El Dakar Argentina-Chile ya entró en la etapa final de su prólogo y, desde este sábado, 2.500 millones de telespectadores del mundo seguirán las peripecias de la competencia que ya se ha afincado (por ahora parece definitivamente) en nuestras tierras. Claro que no todo es miel, porque si esa cifra de escándalo lo mirará por TV, serán miles quienes poblarán las veredas de nuestra ciudad cuando los vehículos hagan el circuito porteño. Sin embargo, eso forma parte del colorido de la fiesta (incluyendo -ya ha sucedido-los que se tiran sobre los autos y terminan con una pata quebrada en el hospital). Es cierto que lo previo da algunos dolores de cabeza. Especialmente en lo que hace a los preparativos.

Con varias calles del microcentro valladas, entre ellas la 9 de Julio, llegar a cualquier lado es una experiencia entre aterradora y bizarra. La ventaja es que ocurre una vez al año y vinculado a una fiesta. El viejo turismo de carretera, que aglutinaba espectadores por cualquier provincia que transcurriera, parece haber quedado en el inconsciente argentino. El Flaco Traverso acaba de tirar el dato para explicar el interés que suscita el Dakar. No parece muy equivocado. Compartido o no por todos, es un ritual colectivo. Alguien podrá decir que el sábado se viene una jornada caótica, pero después de todo le pone un poco de vida al primer día del año, cuando millones de personas duermen las resacas de la noche anterior. La fiesta recién comienza.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

29 diciembre 2010

Vení, humillate y vestite gratis

Por Humberto Acciarressi

"Entra casi desnudo y sal vestido". Ese es el lema que adoptó una firma de España y que consiste en entregar ropa gratis ("Se los vestirá de arriba a abajo", dice un cmunicado) a las primeras cien personas que ingresen desnudos o semidesnudos al local. La marca de ropa "Desigual" (que ya ha realizado ofertas como ésta en otras oportunidades) lanzó el reto para el 2 de enero en Madrid, a las nueve de la mañana, nieve o truene. Luego se repetirá la experiencia en otras ciudades de la península. Y no está de más recordar que una ola de frío atraviesa Europa en estos días.

El que haya visto filmaciones de las anteriores jornadas de oferta, habrán adverttido algo: la gente, por llevarse algo gratis, hace las cosas más increibles. Flacos y gordos, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, lindas y feos, con apenas una bombacha transparente, en calzoncillos o simplemente desnudos, decenas y decenas de sujetos se abalanzan sobre las puertas recién abiertas con el objetivo de convertirse en uno de los cien agraciados. Un conjunto de animales arrojándose hacia la ropa, sacudiéndose como sachets de leche, empujándose y tacleando a los competidores, dan un espectáculo que -siendo generosos- podemos calificar como penosamente patético. Y vale aclarar que estas personas no son desocupados que buscan un abrigo para no morirse de frío en este mundo loco. No. Son los mismos que miran con asco si ven a un africano con rastas. La gente está crazy.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

La temperatura del Infierno

Por Humberto Acciarressi

Cuando la madrugada se convierte rápidamente en mañana y los pajaritos cantan como si tuvieran un edema pulmonar, no hace falta acudir al Servicio Meteorológico para intuir que estás en problemas. Para colmo si ya van varios días de clima agobiante y te dan ganas de someter a la peores tropelías a los que en invierno sueñan con esta época del año. Cuando las noticias te dicen que el diluvio esperado no está ni planificado, y que será difícil que en una semana caiga agua del cielo a menos que alguien te escupa desde un balcón, lo primero que se te ocurre es encerrarte en tu casa con el aire acondicionado (si tenés la suerte de tener la una y el otro) y rezar para que no te agarre un corte de luz.

Para colmo te enterás que existe un "alerta naranja" por el clima infernal (Dante por lo menos le puso poesía; el calor porteño es demasiado prosaico). Y te dan ganas de sacar un pasaje sin retorno a la Antártida y te arrepentís de no haber comprado un terrenito en las cercanías de la Base Marambio. Ante la inexistencia del "microclima portátil", un recurso cuando salís a la calle es llevar una botella con agua y rociarte la cabeza cada treinta metros, con lo cual llegarás hecho un asco a cualquier lugar que vayas. La ventaja es que todos estarán igual. Si tenés inclinaciones suicidas, viajá en transporte público y sentí lo que sufre un oso polar en el zoológico de Egipto. Y si atravesás estos días que se vienen, ya estás preparado para el Día del Juicio Final. Lo que no es poco.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

24 diciembre 2010

La colección Robin Hood y nuestra infancia


Por Humberto Acciarressi

Todos los lectores de más de treinta años los consideran como pertenecientes a su infancia... y no les falta razón. En realidad, los libros de la colección Robin Hood marcaron los primeros años de varias generaciones, desde que fue creada en 1941 por Modesto Ederra, dueño de la editorial Acme de Buenos Aires (ingenuo yo, que siendo chico creía que eran una novedad). Los estudiosos calculan que se publicaron 154 títulos, pero algunos los llevan a unos 250, ya que entonces no existía la norma internacional ISBN.

Aquellos libros de inconfundible tapa amarilla, ilustraciones alegóricas en blanco y negro por dentro y en color en la portada ("La vuelta al mundo en 80 días" de Julio Verne, con imágenes de Pablo Pereyra; "Príncipe y mendigo" de Mark Twain, ilustrado por José Clemen; "Los viajes de Marco Polo" con dibujos de Cristóbal Arteche, entre otros), y muchas veces con cortes arbitrarios y traducciones dudosas, sirvieron sin embargo para que miles de chicos tuvieran su primer contacto con la literatura.

En esos años de oro de la industria editorial argentina, cuando todo el mundo hispanoparlante se nutría de lo producido en el país, casi no había casa de clase media que no tuviera en la biblioteca autores como Mark Twain, Julio Verne, Jack London, Emilio Salgari, nuestro Sarmiento o Miguel Cané, Cervantes, Melville, por nombrar al voleo del recuerdo. En la década del 60, ya no había biblioteca escolar sin las largas hileras amarillas de la colección Robin Hood.

Si hacemos una encuesta, encontraremos que la memoria acerca algunos títulos y aleja otros según quién evoque. Podríamos decir que "Los tigres de la Malasia" de Emilio Salgari, varios de Jack London, "Corazón" de Edmudo D´Amicis, "El último de los mohicanos" de James Fenimore Cooper, la serie de "Bomba" de Roy Rockwood, los de Julio Verne, son los que han quedado más grabados en el recuerdo. Muchos ignoran incluso quienes eran los autores de esos libros que los conmovieron, o que Salgari y Jack London acabaron sus días por mano propia, o que varios de esos viajes que nos conmovían fueron escritos por escritores que jamás salieron de sus casas. Ahora, Clarín reeditó varios de esos títulos (arrancó con "Cuentos de Navidad" de Charles Dickens), con el mítico sello de Colección Robin Hood y la estética clásica (tapa dura, ilustraciones originales) de aquellos volúmenes de nuestra infancia. Un buen reencuentro con nuestras primeras lecturas, ya que en la actualidad sólo se los podía conseguir en librerías de viejo, para felicidad de nostálgicos y coleccionistas.

(Publicado en la sección Cultura de La Razón, de Buenos Aires)





23 diciembre 2010

Querida, ahora es mi turno de reir

Por Humberto Acciarressi

Un estudio de esos que levantan polémica acaba de determinar que los hombres y las mujeres no se ríen de las mismas cosas. Lo hace con conceptos como "procesamiento del lenguaje" o "contenido semántico", tan importantes como aburridos. Primera conclusión, entonces, el estudio no le causa risa a nadie, cualquiera sea el sexo. Luego, ya en el centro de la cuestión, dicen que nosotros -los hombres- hacemos de los chistes un análisis más "frío" (hermosa palabra en un día de casi 36° de temperatura). Las mujeres parece que "integran" más lo emocional. Como verás, hasta ahora nos encontramos bien lejos de una película de los Hermanos Marx.

Pero, si lo que dice la investigación es cierto, ¿cómo es posible que hombres y mujeres rían juntos al ver una película o en el teatro, por mencionar dos sitios de fácil comprobación? En años y años de cine, jamás presencié una película que causara risa a las mujeres en una escena y a los hombres en otra. Más aún. Si el estudio canta la precisa, seas mujer u hombre, si estás con alguien del sexo opuesto y se ríen juntos de algo, uno de los dos es un hipócrita. Lisa y llanamente. Y si no se ríe ninguno, o dos amargos o se murió el hámster de alguno. Que hay risas obligadas es algo cotidiano aunque lamentable, más si es provocada por un problema que requiere de pastillas de varios colores. Pero lo del estudio deja bastantes dudas. A partir de ahora, habrá que analizar cada vez que alguien se ríe y sacar conclusiones.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

La Mole Moli, algo difícil de entender

Por Humberto Acciarressi

Finalmente, como ya lo sabía el país, Fabio "La Mole" Moli ganó la final de "Bailando por un sueño". Un sujeto que tiene el cuerpo de Shrek y que ni sabe nombrar los géneros musicales que bailó, le ganó por céntimas a la bella modelo Paula Chaves, quien también llegó sin estudios de baile. Si consideramos que en el camino quedaron bailarines de fuste, la final entre la Bella y la Bestia era impensada. A la Mole, cuyo fuerte fue el voto de la gente, lo mandaron al teléfono diez veces y nunca perdió. Pero, ¿qué inexplicable fenómeno hace que gane este gigantón que admite que no le gusta el baile, aún reconociendo que el programa es un show y no la mesa examinadora del Bolshói?

Lo curioso es que algo similar le había sucedido como boxeador. Siendo un peso pesado sin mucha cintura (aunque retirado, hoy es el campeón argentino de la categoría), tiene antecedentes lamentables. Tal vez el más patético sea cuando, el 30 de agosto de 2003 en Münich, enfrentó por el título vacante Intercontinental de la AMB a Vladimir Klitschko. El video está en YouTube. La Mole se tiró al piso (sí, se tiró) a los 109 segundos del primer round. Muy parecido al día en que rodó sobre un sillón en el "Bailando...", giró por el piso y casi provoca un terremoto de 7° Richter. Quienes lo defienden resaltan su autenticidad, y no ahorran elogios. Los que lo atacan aseguran que no es buen tipo. Pero la pregunta no es quién es La Mole, sino... ¿qué despierta en el público?

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

21 diciembre 2010

Bugarach: palco para el fin del mundo

Por Humberto Acciarressi

La montaña está en Francia, se llama Bugarach y al pie de la misma se encuentra un pueblo del mismo nombre. Desde hace años, es una especie de Cerro Uritorco y los lugareños están acostumbrados a convivir con miles de personajes exóticos que van en busca de encuentros cercanos del tercer tipo. Ahora, una secta de "iluminados" (gente sin anclaje mental en la realidad), asegura que el monte será el único lugar que no será destruido en el anunciado fin del mundo, que ocurrirá -sostienen- el 12 de diciembre del 2012. Estos sujetos que de milagro no están en un venerable hospicio, creen en una mezcla de vaticinios mayas y de Nostradamus, y utilizan internet para difundir sus afiebradas teorías. La NASA desmintió el argumento y los "iluminados" fueron por más: dicen que el pico de Bugarach, de 1.231 metros, es una "montaña sagrada" que se salvará del apocalipsis.

Lo curioso es que los 200 habitantes del pueblo no están preocupados por el fin del mundo (y la verdad, frente a eso, cualquier noticia debería minimizarse), sino de verse invadidos por estos amantes de los esotérico que han comenzado a llevar sus piedras místicas y sus amuletos, ya que para ellos el sitio es un "estacionamiento para ovnis" y, en sí mismo, una especie de nave extraterrestre. Unos desquiciados. Otros ya han comenzado a comprar parcelas, que luego subalquilarán. Todo por un escenario privilegiado para presenciar el fin del mundo. Es decir, el cuento del tío a escala galáctica.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

20 diciembre 2010

Arte, fantasia y locura

"Quien quiera que cultive la fantasía en el arte está un poco loco. Su problema estriba en hacer interesante esa locura"
François Truffaut

Ilustración: Andrzeg Dragan

Ridículos en la playa

"Después de todo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses"
Oscar Wilde

Marta Minujin, la bestia pop


Por Humberto Acciarressi

Hiperactiva, todo el tiempo imaginando obras posibles para ella e imposibles para otros, Marta Minujín mantiene el espíritu alegre y rebelde de los años sesenta, pero con una madurez ganada en nuestro país e internacionalmente. Reflejada en sus obras de taller y en esas instalaciones monumentales a las que acostumbró a los argentinos desde hace ya cuarenta años, esta artista singular, única, es una trabajadora incansable. Ahora, quienes quieren abarcar la obra completa de Minujín, pueden visitar hasta febrero próximo la megamuestra del Malba, que logra revelar la complejidad de esa trayectoria.

Obras y fotos del archivo de la misma artista conviven, en una especie de caos organizado, los diferentes momentos de su vida profesional. Los 30.000 libros censurados durante la dictadura militar que formaron parte del Partenón y que luego fueron repartidos entre la gente, son un ejemplo de cómo Minujín fue caminando pareja a los cambios estéticos sociales de cada época, pero siempre con una mirada alternativa, no convencional, ajena a otros intereses que no sean los del arte. Marta Minujín es también una pionera en otra cuestión muy en boga en este momento: fue, es y será una figura mediática. Claro que su excentricidad no descansa en la insistencia televisiva sobre figuras de cartón pintado, sino que tiene algo de "dalinesco" mezclado con una dósis de Yoko Ono.

La artista tiene en la actualidad 67 años; el 30 de enero sumará uno más. El dato no es ocioso: precisa que casi toda su vida estuvo vinculada al arte. Y se permite decir que el reconocimiento por su obra primero vino del lado del público y recién después del coleccionismo. No le falta razón a esta mujer que pocas veces no se la ve sonriendo y que argumenta que toda su vida será una hippie. Verla trabajar en su taller es un gusto. Hablar con ella de las obras pasadas, presentes y futuras un aliciente para el espíritu.

Es casi imposible estar con ella y no sentir el entusiasmo que transmite por el arte que ella misma forjó. Admiradora de los grandes de la plástica, desde hace un tiempo sueña con llevar a cabo un proyecto monumental, tal vez el más grande hasta el momento: la Torre de Babel con libros en todas las lenguas. Hace bastante que habla de esto, de manera que no debería extrañarnos si un día de estos comienza con la tarea de plasmar la obra. Mientras, recorrer su vida artística en el Malba es casi un deber para los amantes del arte.

(Publicado en La Razón, de Buenos Aires)



18 diciembre 2010

La fama dura cada vez menos

Por Humberto Acciarressi

Apoyados en Google, científicos de Harvard han descrifrado lo que ellos llaman -tal vez exageradamente, ya que se concentra fundamentalmente en la lengua inglesa- el genoma de la cultura humana. Sin embargo, el proyecto denominado "culturomics" es muy interesante. Después de escanear 15 millones de libros, hay dos datos que resultan de gran interés.El primero, que ahora la humanidad olvida más rápido su pasado, lo que podría probar los motivos por los cuales se sigue tropezando con la misma piedra cada vez con más frecuencia. El otro de los asuntos tiene un anclaje en la realidad, de una vigencia notoriamente escandalosa : la fama, por la cual la gente ya está dispuesta a mostrar sus peores bajezas en público, regodearse con los observadores de sus vergüenzas desvergonzadas, e inventar delirios varios para seguir encumbrados.

Veamos. Las celebridades nacidas en 1880 llegaban a la fama a los 43 años, una edad que podríamos considerar prudente, en especial si esa notoriedad se basaba en la facilidad de cometer crímenes. Ya en el siglo XX, hacia 1950, se accedía a la fama a los 29 años promedio, lo cual daba un margen bastante temerario si esa celebridad descansaba en apenas un poco más que la "nada". Y así arribamos al actual universo de mediáticos, muchas veces con talentos (los más grandes creadores), otras con sospechosas habilidades (como tocar La Marsellesa con un sorbete en la nariz), y otros con la gran habilidad de poner plata en el bolsillo adecuado o convertirse en felpudo de un poderoso. El buen dato del estudio de Harvard es que esta fama dura cada vez menos tiempo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

16 diciembre 2010

Las polémicas tapas de Time


Por Humberto Acciarressi

La tapa de la revista Time es como el Oscar de la Academia de Hollywood: todos la quieren y siempre es motivo de discusión. Ahora, la portada del año fue para Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook (o por lo menos hasta que se compruebe lo contrario en un juicio en curso), a pesar de que Julian Assange, el creador de Wikileaks, ganó ampliamente en la votación popular. El ministro turco Recep Tayyip Erdogan y Lady Gaga lo siguieron en el gusto de la gente, que mandó a Zuckerberg al décimo lugar. Pero para los editores de la revista, el personaje del 2010 fue el polémico Mark.

En este sentido, en breve será editado en español un libro sobre Time, de Norberto Angeletti y Alberto Oliva, especialistas en estudiar la historia y la evolución de las revistas en el mundo. En la obra se verifican datos muy interesantes para conocer la idiosincrasia de los Estados Unidos. Por ejemplo, entre los presidentes, Franklin Delano Roosevelt fue tapa en 1932, 1934 y 1941, en tanto que Mahatma Gandhi fue el primer extranjero en 1930, Haile Selassie I el primer monarca en 1935 y Chiang Kai-Shek y señora, la primera pareja en 1937. Wallis Simpson fue la primera mujer en 1936 y, cosa curiosa, en 1938 fue nominado nada menos que Adolf Hitler, aunque no apareció su cara sino una ilustración alegórica llamada "El himno del odio". Los autores del libro son exhaustivos y hay algo que queda claro: siempre las tapas de Time trajeron polémica.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)



12 diciembre 2010

Te invito a pensar en comer

Por Humberto Acciarressi

La ciencia vuelve a arrojar por la borda un mito consagrado, el que sostenía que si uno piensa en un alimento, tiene la urgente necesidad de ir y comérselo cuanto antes. Mentira, de las que padecemos tantas. Un artículo de "Science" -que obviamente no está escrito por la conductora/cocinera Zaira Nara sino por investigadores científicos- revela que ocurre exactamente lo contrario. Es decir que si uno piensa mucho en una comida, pierde el apetito y se va a dormir con la sensación de panza llena y corazón contento, como cuando eras un chico y te comías en el recreo las galletitas Colegiales, así algunas se hubieran rajado en diez partes.

En lo que atañe al presente, si estás sin plata y querés invitar a una chica a comer, la citás en la plaza San Martín, se sientan en un banco y con cara científica le preguntás: "¿En qué querés pensar?". Si antes no te parte un fierro en la cabeza y te sigue el juego, vos le decís: "Yo me muero por una milanesa napolitana", y cerrás los ojos para "comer" intensamente. La ventaja es que te vas cuando querés, no hacés cola por una mesa, no pagás ni das propina. Y si encima la rematás con un "quedé lleno, ¿y vos?", mientras pelás un escarbadientes del bolsillo de atrás del pantalón, no habrás hecho nada más ridículo en toda tu vida. Aunque es mi obligación aclararte que tal vez nunca salgas con una lady más de una vez, y eso si no se corre la bola que sos un miserable, y encima un loco de remate. Por lo pronto, a mí me agarró el hambre. En este momento estoy pensando en un panqueque con dulce de leche bañado al run. Lo hago intensamente... No hay caso. Para mí, este asunto no corre. Voy a la confitería y vuelvo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

10 diciembre 2010

La Plaza Libertad, Buenos Aires, 1928

Una estatua de mierda

Que los coleccionistas (y yo mismo algunas cosas colecciono) son medio chiflados, de eso no hay dudas. Pero entre ellos se destacan particularmente los que compran objetos de arte no tradicionales. Por ejemplo, el ex embajador de Suiza en China, Uli Sigg, adquirió por 45.000 dólares una réplica de la Venus de Milo realizada con... ¡¡¡excrementos de oso panda!!!. La obra fue realizada por chicos de Sichúan, región santuario de este bicho tan simpático, bajo la conducción de un escultor bastante famoso: Zhu Cheng. Muchas personas, incluyendo el comprador, dicen que el olor de la estatua es agradable. Hay gustos para todos, dijo un tipo mientras metía la cabeza en el inodoro.

Nace un perro verde, ¿hijo de Hulk?

De Ripley. En Brasil nació una perrita de color verde y el dueño, que le puso de nombre "Hulk", tal vez sepa más de lo que sostiene saber. Se trata de una hembra de la raza labrador que hizo su irrupción en el mundo el pasado 30 de noviembre en la localidad de Mairinque, a 65 kilómetros de Sao Paulo. ¿Será Hulk zoofílico?, ¿habrá tenido un affaire con una perrita "brazuca"? Por las dudas, no quiere estar cerca de ella si le agarra un ataque de bronca por cualquier cosa.

Corredores urbanos, el reino del vale todo


Por Humberto Acciarressi

La cosa parecía sencilla. Quinientos corredores urbanos -así los llaman- tenían que transitar cincuenta kilómetros y someterse a un gran esfuerzo físico, pero fundamentalmente intelectual. Una especie de búsqueda del tesoro, con metas intermedias e instrucciones, utilización de tecnología, y dos categorías: amateur y avanzada. Pero lo central es la forma en que los competidores hicieron los kilómetros: corriendo, viajando en subte o colectivo, en bicicleta, en Kayak por Puerto Madero, en canoas y otras variantes más o menos delirantes para la ciudad. Los pocos que anduvieron por Buenos Aires en el feriado de ayer, para dar un ejemplo, se sorprendieron de ver caer gente en paracaídas sobre la 9 de Julio y no faltó quien se atemorizara por una invasión de payasos comandados por Krusty.

La explicación técnica que me dieron a este tipo de competencia es que pretende ir más allá del simple mararón. Algo así como decir que "correr, corre cualquiera", pero esto es casi un divertimento en el que tenés que ser una mezcla de Usain Bolt, Sherlock Holmes y McGiver. Incluso más. Podemos imaginar un futuro en el que ya intervengan otros factores para levantarse con el premio. Por ejemplo, una lucha de supervivencia en las calles de la ciudad (especie de película Exterminio), donde todas las armas -en el sentido más estricto- estén permitidas. Aunque algo de eso ya se vive, por lo menos hacerlo un poco más organizado. Todo sea por competir.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

08 diciembre 2010

Treinta años sin Lennon



Por Humberto Acciarressi

Hay jornadas que son una bisagra en la vida de una persona. Cada uno las tiene; algunas son colectivas. Existen, sin embargo, esas en la que lo general y lo particular se diluye hasta el desasosiego. El 8 de diciembre de 1980 fue uno de esos días. Mark Chapman, un psicópata lector de "El guardián en el centeno" de J.D.Salinger, se acercó a John Lennon y le disparó cinco balazos que le causaron la muerte unos veinte minutos más tarde. Lejos del edificio Dakota, donde vivían John y Yoko y en cuya puerta fue asesinado, las noticias eran confusas. Las primeras que recibí fueron que habían matado a... Jack Lemmon. Aún guardo el cable de AP con el primer anuncio oficial (aclaración para jóvenes: era de papel sedoso, sobre el que los "picadores" cambiaban "hoy" por "ayer" y hacian tachaduras varias ).

El "Mataron a Lennon" fue un mazazo irracional e inesperado. Si Chapman buscaba conmover, tuvo más éxito que Oswald. Un presidente es siempre un blanco más lógico que un músico de rock, más si ese artista había sido un Beatle, terminaba de grabar su último disco -"Doble fantasía"- y había dado, en los días previos, un reportaje -el mejor que le hicieron en toda su vida, el de Playboy- en el que desmenuzaba cada uno de los temas de su carrera. De su genio musical, de esa voz conmovedoramente quebrada, ligeramente grave, de sus campañas por la paz y la liberación femenina, se ha escrito tanto que casi no se puede añadir más. Desde ignotos periodistas hasta García Márquez. Eso no es poco.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

Soñando con la fama...a cualquier costo

Por Humberto Acciarressi

En los días más agobiantes de calor, con una térmica que ni Dante soñó para su Infierno, los habitantes de Tigre presenciaron como miles de personas (con ambulancias preparadas por cualquier cosa y litros de agua por cabeza) desfallecieron danzando en el casting de "Soñando por bailar". De esa legión de deschavetados, finalmente quedarán 24, que irán a habitar una isla del Delta del Tigre para "matarse" entre ellos, hasta que finalmente dos integren el estrafalario staff de "Bailando por un sueño" el año próximo.

Paralelamente, este domingo comenzará otra edición de "Gran Hermano", del que a esta altura ya no se puede agregar mucho, salvo que está comprobado que quienes se someten a esos encierros voluntariamente, han perdido un tornillo en su incierto camino a la celebridad. Si a eso le sumamos las cosas que hacen millones de personas en las distintas redes sociales de internet con tal de tener sus quince minutos de fama, hay que arribar a la conclusión que este mundo está agarrado con hilos más débiles que un conejillo de Indias en su etapa terminal. 

De arranque nomás, los habitantes de "hogar, amargo hogar" van a pasar las fiestas fuera de sus verdaderas casas. Lo que para quienes están dispuestos a rociar con una Uzi los cuerpos dormidos de sus colegas de "sueños", no resulta demasiado doloroso. Pero espero que recuerden esta columna cuando, el 24 a la noche, ellos derramen en cámara sus lágrimas de cocodrilo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)

05 diciembre 2010

David Lynch, una canción desesperada

Por Humberto Acciarressi

¿Que se puede decir de David Lynch, uno de los más grandes cineastas vivos, un director de culto con fanáticos incondicionales en todo el mundo? Y eso ocurrió desde que filmó su primer corto titulado "Seis hombres enfermando", que él mismo describió como "57 segundos de desarrollo y pasión y tres segundos de vómito". Después llegaron los cortos "El alfabeto" y "La abuela", entre otros, y su primer largo "Eraserhead" (Cabeza borradora) de 1977. Esa película inquietante, por momentos terrible y angustiante, fue la primera que lo puso en una vía sin retorno: la de la genialidad.

"El hombre elefante", "Dune", "Blue Velvet", "Corazón salvaje", "Carretera perdida", "Inland Empire" -por mencionar sólo algunos de sus films- dan cuenta de una trayectoria sin la que el cine contemporáneo no sería el mismo. Ahora, con 64 años y un reconocido gusto por la música como fuente de inspiración (aunque nunca tanto como la pintura, precisa), Lynch sale al ruedo con dos canciones de su propia cosecha: "Good Day Today" y "I Know", editadas por Sunday Best, un sello independiente del Reino Unido. Desde su casa en Los Angeles le contó vía telefónica a un periodista del británico The Guardian: "Siempre me han gustado los sonidos y poco a poco he ido experimentando. No soy un músico, pero me encanta probar e intento hacer música".

El director explica que sus temas se encuentran en el orbe de lo electrónico porque le gusta la electricidad. Lo cual es tan hermético que casi no significa nada. Pero lo concreto es que Angelo Badalamenti, autor de bandas sonoras de sus películas, fue quien lo introdujo en este universo que ahora lo apasiona tanto como el cine, al que naturalmente no renuncia. Se sabe que en su film "Inland Empire" trabajó sin guión y cada día le entregaba a los actores un nuevo diálogo. Algo así hace con la música. "Uno actúa o reacciona, uno ve y escucha, y se utiliza entonces la intuición para dar el paso siguiente", confiesa. Lynch tiene un antecedente en la música. Cuando colaboró como vocalista y fotógrafo con la banda Sparklehorse (cuyo líder Mark Linkous se suicidó hace poco) y el productor Danger Mouse en "Dark Night of the Soul".

(Publicado en el suplemento de música "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)

Corrientes y Uruguay en 1935

Constance Lloyd, esposa de Oscar Wilde, e hijo Cyril en 1889

La receta de cocina de Marilyn Monroe

A casi medio siglo de la muerte de Marilyn Monroe, se descubrió que detrás de sus películas, sus matrimonios, sus amistades, sus amantes, su soledad, su enfermedad, había un costado cotidiano que no abandonaba: la cocina. Un libro reciente de papeles sueltos de la más grande diva de Hollywood, revela, entre otras cosas, una receta inventada por ella con el nombre de "Relleno para pavo de Día de Acción de Gracias". La hoja, que data de finales de los 50, cuenta con once ingredientes, sin contar hierbas y especias. Hay que destacar que no se parece en nada al típico relleno norteamericano, que se limita a una barra de pan remojada en agua, escurrida y desmenuzada, huevos crudos y caldo. Marilyn precisa que "para las menudencias sólo deben utilizarse el hígado y el corazón", la carne tiene que "dorarse sin aceite", recomienda pelar huevos duros, moler la pimienta, agregar "un puñado" de queso parmesano rallado. Y aclara: "No ajo". Ahora, conocida la receta de la actriz, ya algunos chefs la han preparado y dicen que es realmente original y sabrosa.