30 noviembre 2024

"Duria Antiquior", acuarela de Henry De la Beche, 1830

En 1830, el geólogo Henry de la Beche (1796-1855) realizó esta acuarela que representa la vida en la antigua Dorset, Inglaterra, en una muy lejana antigüedad. Se trata de la representación pictórica inaugural de una escena de vida prehistórica basada en evidencias fósiles encontradas a partir de los descubrimientos de Mary Anning (1799-1847), la primera paleontóloga reconocida como tal. Ella fue, además, comerciante y coleccionista de restos fósiles. Su trabajo científico contribuyó a los cambios fundamentales de principios del siglo XIX para comprender la vida prehistórica y la historia de la Tierra. La obra pintórica de Beche inaugura lo que se conoce como paleoarte.

Rita Hayworth en el set de "Gilda", en 1946

26 noviembre 2024

Habrían descubierto el alfabeto más antiguo del mundo




Un grupo de arqueólogos de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, y de la Universidad de Amsterdam de los Países Bajos, habría descubierto el que puede ser el alfabeto más antiguo conocido del mundo. El sistema de escritura alfabética fue identificada en cilindros de arcilla, del largo de un dedo, encontrados en una tumba en Tell Umm-el Marra, antigua ciudad de Siria. Los científicos fecharon dicho alfabeto en el 2.400 antes de Cristo, unos 500 años antes que los más antiguos según las hipótesis dominantes, que situaban su nacimiento en el Sinaí. Los cilindros de arcilla, datados con las técnicas del Carbono 14, contienen escrituras que aún no se pueden descifrar.

Jim Carrey como el Dr. Robotnik en "Sonic 2" (2022)

Un cuadro de Pissarro y el saqueo nazi de obras de arte


Hasta marzo de 2025, en el Museo Van Gogh en Amsterdam se exhibe "El descanso, campesina acostada en la hierba", pieza de Camille Pissarro de 1882, que tiene detrás una historia trágica. El óleo, que representa a una joven campesina descansando al sol en un paisaje rural, fue una de las tantas obras de arte robadas y/o confiscadas en el marco del saqueo nazi durante la ocupación europea entre 1939 y 1945, hasta que las tropas aliadas destruyeron el sueño del Reich de los Mil Años del genocida Hitler. El cuadro del impresionista había sido comprado por el empresario judío Jaap Van den Bergh poco después de la ocupación alemana de los Países Bajos en 1940. Sin embargo, tres años más tarde, su familia lo vendió para pasar a la clandestinidad. Si bien el matrimonio (Jaap y Ellen) sobrevivió la guerra, sus hijas Rosemarie y Frieda Marianne fueron trasladadas y muertas en Auschwitz. 

El intento posterior de Van den Bergh para recuperar la obra fue infructuoso por la burocracia. Recién en el 2016, la agencia Origins Unknown identificó la pieza de Pissarro como parte de la colección de la Kunsthalle Bremen (Galería de Arte de Bremen). Eso permitió un acuerdo entre ésta última con la única heredera viva y el Museo Van Gogh de Amsterdam, que incluyó un libro ("La muchacha en la hierba: el trágico destino de la familia Van den Bergh y la búsqueda de un cuadro", escrito por Eelke Muller y Annelies Kool), una compensación económica (cuyo monto se desconoce), y la exposición durante estos meses en el Museo Van Gogh. En abril de 2025, la obra de Pissarro volverá a la Kunsthalle Bremen.

Los "Monstruos rojos" que sorprenden a la NASA


El telescopio espacial James Webb sorprendió a la comunidad científica con un fenómeno que desafía las teorías establecidas sobre la formación de estructuras galácticas en el universo primitivo. Es la imagen de los “monstruos rojos”, tres galaxias masivas y antiguas que existieron hace aproximadamente 12.800 millones de años en los confines del espacio. Las imágenes obtenidas por el JWST revelan que dichas formaciones son casi tan grandes como la Vía Láctea. Con los nuevos datos, los investigadores de NASA enfatizan que éstas, de apariencia rojiza, presentan características sorprendentes y complejas. 

En general, la ciencia creía que las galaxias masivas eran raras en los primeros mil millones de años después del Big Bang. Sin embargo, los “monstruos rojos” sugieren lo contrario. Su tamaño y masa indican que pudieron haber acumulado materia a un ritmo mucho más rápido de lo esperado, desafiando así las teorías previas sobre la dinámica y la evolución galáctica. "El descubrimiento de los "monstruos rojos" no derrumba completamente las teorías existentes, pero plantea preguntas importantes sobre cómo estas galaxias lograron acumular tanta masa tan pronto después del Big Bang", dicen los científicos.