Los Talleres Vasena, en la calle Cochabamba entre Urquiza y La Rioja, en una foto de 1926, cuando ya estaban abandonados. En dicho lugar se encuentra actualmente la Plaza Martín Fierro, en el barrio porteño de San Cristobal. El sitio tiene un poderoso contenido histórico para la ciudad de Buenos Aires. Alli se levantaba un conjunto edilicio surgido luego que Talleres Pedro Vasena e hijos - una empresa que participó del auge de la Argentina industrial- se asoció con inversores ingleses, quienes con el tiempo tuvieron el control total. Para el año 1919, en la firma metalúrgica trabajaban más de 2000 operarios.
A fines de 1918 y comienzos del siguiente, los obreros anarquistas de los talleres comenzaron una huelga en reclamo de 8 horas de trabajo, el pago de horas extras y la reincorporación de trabajadores suspendidos por la crisis económica que había dejado la Primera Guerra Mundial. El 7 de enero de 1919 se produjo un enfrentamiento entre los huelguistas y obreros que continuaban trabajando, lo que motivó la llegada de la policía. Esta, en lugar de sofocar el conflicto pacíficamente, comenzó a disparar a mansalva, dejando en el lugar cuatro muertos y más de treinta heridos. Los enfrentamientos se extendieron por toda la ciudad durante días. Nunca se conocieron de forma oficial los caídos en lo que hoy se recuerda como la Semana Trágica, aunque los diarios de la época hablan de centenares de muertos en las calles porteñas.
Concluído el conflicto, los Talleres Vasena no duraron mucho. Al poco tiempo la empresa fue vendida y los compradores la vaciaron poco a poco. Finalmente ese gigante edilicio, ya desmantelado, fue comprado por la Municipalidad de Buenos Aires en 1926. Luego se procedió a su demolición y con el paso de los años, en 1940, en Cochabamba y La Rioja se inauguró la Plaza Martín Fierro. De aquella historia sangrienta surgida en ese coloso de la arquitectura de comienzos del siglo XX, sólo quedan semiabandonados dos fragmentos de paredes rotas.
