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30 diciembre 2015
Alicia Kirchner, víctima de su propio relato
Por Humberto Acciarressi
Funcionaria santacruceña durante la dictadura militar, candidata a intendente por el menemismo de Río Gallegos, ministra de Desarrollo Social cuando su hermano Néstor Kirchner llegó a la presidencia, mantenida en el cargo por Cristina Fernández, senadora nacional por el FPV de su provincia y fundadora de La Kolina (de ella dijo en su momento el dirigente piquetero Raúl Castells: "Usa el ministerio para su agrupación Kolina, para La Cámpora, los grupos de Martín Sabatella, el Movimiento Evita y todos los aparatos rentados del kirchnerismo"), Alicia Kirchner llegó a la gobernación de Santa Cruz en medio de la aplanadora nacional y bonaerense de Cambiemos. Y eso a pesar de haber sacado menos votos que el radical Eduardo Costa y gracias a la tan criticada Ley de Lemas reimplantada en su provincia.
Lo bueno de este asunto es que Kirchner saltó al Ejecutivo de Santa Cruz gracias a los votos que le aportó su ex aliado Daniel Peralta (dos veces consecutivas gobernador), a quién venció en la interna del Frente Para la Victoria. Peleas más, peleas menos, el verdadero perdedor fue Costa, al que no le sirvió ser el candidato más votado. Claro que siendo oficialista en el plano nacional, a Alicia Kirchner le hubiera ido mejor, o el relato actual sería diferente. Lo cierto es que una de las primeras cosas que hizo como gobernadora fue sorprender a todo el mundo cuando asistió a la invitación que el flamante presidente de la Nación, Mauricio Macri, hizo a los gobernadores argentinos. Resultó raro. Cristina, que había hecho cinco interminables cadenas nacionales para impulsar la candidatura de su cuñada y la de su hijo Máximo, huyó para no entregar los símbolos del mando, pero Alicia Kirchner fue una de las primeras en llegar a la Quinta de Olivos.
Y ahora vuelve a sorprender a la política vernácula cuando, en cadena -costumbre familiar- anunció un decretazo para analizar un reordenamiento del estado santacruceño, que incluye hacer un "diagnóstico real", contar con buena información y no "difusa y mal sistematizada", todo para ver cómo se las arregla con el "importante déficit" que le quedó luego de 21 años de gobiernos kirchneristas. Porque eso fueron, pese a que el cristinismo se cansó de boicotear a Peralta durante años. Pero más curioso aún es escuchar a Alicia Kirchner hablar de "las desigualdades provocadas por el agotamiento de un modelo" y añadir que "no se sabe con exactitud la nómina de empleados públicos y el lugar dónde se registran". Es decir que la gobernadora sufre lo mismo que le pasa a María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, a Jorge Todesca en el INDEC, a Susana Malcorra en la Cancillería, y a los funcionarios del nuevo gobierno en Afsca, PAMI, el Senado, el CCK, en la SIGEN y en casi todas las áreas de gobierno. Por lo pronto, Alicia Kirchner hizo saber que no se renovarán contratos que vencen el 31 de este mes y mandó auditar a todos los trabajadores del estado ¿Alguien habló de esto en las plazas de 678? Lo dudo.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)
#Elecciones Presidenciales 2015
29 diciembre 2015
Thea Von Harbou, la nazi que se casó con Fritz Lang
Se dice que sólo hay cuatro posters originales de "Metrópolis", el clásico cinematográfico del alemán Fritz Lang. El afiche fue diseñado en su momento por el pintor Heinz Schulz-Neudamm por encargo del propio director, pero con el aval de su esposa Thea von Harbou, la autora de la novela que inspiró esta obra cumbre del expresionismo alemán. La historia de 153 minutos de una megalópolis del siglo XXI, en donde los obreros subsisten en subterráneos de dónde tienen prohibido salir, y la clase dirigente en enormes rascacielos de la superficie, fue estrena en enero de 1927 en el Zoo-Palast de Berlín. La película causó mucho furor y muy poco dinero, y para comercializarla en Estados Unidos y Europa quedó reducida a 92 minutos. Ya hemos escrito sobre el tema, pero podemos recordar que el film original completo, que se creía perdido, apareció en 2008 en Buenos Aires, con el metraje casi completo, con apenas cinco minutos menos que la exhibida en Berlín.
Sin embargo existen datos poco conocidos de los entretelones de "Metrópolis". Hay evidentes choques ideológicos en su factura, propia del filo socialismo de Fritz Lang y de las ideas que llevaron a su esposa a terminar adhiriendo con entusiasmo al nacionalsocialismo instalado en Alemania en 1933 por Adolf Hitler. Lo cierto es que Thea Von Harbou había estado casada con el actor y director Rudolf Klein-Rogge, al que abandonó luego de mantener un romance con Fritz Lang, con quien también contrajo matrimonio. Un año antes de la llegada de Hitler al poder, la mujer mantuvo un amorío con la actriz Gerda Maurus (más tarde amante de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda del nazismo) y se separó de hecho del director de "Metrópolis". Ya encaramado en el poder el nazismo, el mismo ministro de Propaganda del Reich le propuso a Lang dirigir la Universum Film AG. La respuesta del creador de "La mujer en la Luna" y de "M, el vampiro de Düsseldorf" fue huir esa misma noche rumbo a Francia, camino intermedio para recalar en los Estados Unidos.
Fritz Lang huyó con lo puesto. No se llevó casi nada. Y entre las cosas que dejó estaba su esposa Thea, más entusiasmada con el nazismo que con cualquier otro asunto. En tanto, recortada, "Metrópolis" hacia su propia carrera. Su director, ya instalado en Hollywood, dirigió mucho, especialmente una obra maestra hoy casi no recordada, "Mientras Nueva York duerme", de 1956. Casi ni se enteró que en la Alemania nazi, y en plena guerra, su ex esposa dirigió y escribió el guión de un par de películas de alabanza al régimen hitleriano. Luego del triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial estuvieron a punto de fusilarla sin más vueltas, pero alguien intercedió y la enviaron a prisión. En 1954, cuando era una mujer caída en desgracia, a alguien se lo ocurrió homenajearla con "Las tres luces", una película con guión de ella que Lang dirigió en 1921. Al salir del cine, Thea se resbaló, se golpeó la cabeza y murió un par de días más tarde. Sin más vueltas.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)
Un portfolio de Bettina Rheims
Charlotte Rampling |
28 diciembre 2015
27 diciembre 2015
La mujer y el amor, según Simone de Beauvoir
"El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal”
Simone de Beauvoir
Nada dura tanto como el miedo
"Casi todos nosotros hemos tenido la experiencia de deja vu, de haber visto antes todo esto, en verdad, de recordar demasiado bien estos pantanos y lagunas. Los recuerdos biológicos son casi siempre desagradables, ecos de peligros y terrores. Nada dura tanto como el miedo. En toda la naturaleza ves ahora ejemplos de mecanismos liberadores innatos, que han estado dormidos durante miles de generaciones, pero que conservan todo su poder"
J. G. Ballard
26 diciembre 2015
Elegancia
"Nunca me desmayo porque no estoy segura de caer con elegancia"
Marlene Dietrich
(En su papel de Christine Vole en la película "Testigo de cargo")
La guerra de Malvinas
La triste historia de la melancólica Betty Boop
Por Humberto Acciarressi
Muchos creen que fue real. Algunos aseguran que con sus ojos enormes, sus pestañas movedizas, su voz sugestiva y su pollera cortita aún sigue escandalizando a quienes la prohiben en países en donde las mujeres sobreviven como pueden. No hay que olvidar, en todo caso, que algo similar sucedió cuando apareció en las pantallas el 9 de agosto de 1930, al ritmo de las músicas de Cab Calloway, Don Redman y Louis Armstrong. Había nacido en los estudios de Max Fleischer, tal vez inspirada en estrellas de carne y hueso como Mae West o Claudette Colbert. Su infancia fue muy triste porque tuvo padre – Myron Natwick-, pero careció de madre. Hay que agregar que el primero tuvo el mal gusto de sobrevivirla medio siglo, ya que el dibujante murió a los cien años en 1990.
Lo cierto es que la Boop -así se le decía- fue una rebelde desde que apareció en “Dizzy Dishes”, donde era una especie de mujer-perra que erotizaba los instintos caninos del astro Bimbo, un perro humanizado. Un verdadero delirio para la época. No pasó mucho tiempo para convertirse en la Betty tradicional, con la melenita corta, la boca con forma de corazón y el cuerpito insinuante. Fue tal su fama, que la cantante Helen Kane (¿?) le entabló una demanda por… ¡apropiación ilegítima de personalidad!. La chica siempre fue acosada por pretendientes de toda laya, pero con un único interés: pasar una buena noche en su compañía. En el dibujo nunca pasaba nada, pero a ningún televidente se le escapaba que todo “ocurría” al finalizar el episodio. Eran verdaderas tiras con final abierto. Los puritanos norteamericanos la toleraron cuatro años y cuando inventaron el Código Hays para la censura, una de las primeras víctimas fue Betty Boop. La piba sexy sufrió un duro golpe en 1934, cuando los censores alargaron sus faldas y la convirtieron en una boba.
Sus devaluadas andanzas llegaron a los cien cortos (de uno de ellos surgió Popeye) y la Boop se murió irremediablemente en 1939, cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial. Su “boop-boop-a-doop” se perdió en el tiempo. Décadas más tarde, en 1984, el dibujante Bill Menéndez la revivió para un especial de televisión de media hora de la CBS. La última vez que se la vio estaba triste, batiendo con nostalgia sus pestañas. Fue en la película “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”, donde se enamoraba vanamente del protagonista. La verdad es que fue una pobre mujercita de tinta, soñada y soñadora, obligada a ser acosada hasta la eternidad por esos idiotas odiosos y envidiados. En esta Navidad, una lágrima por ella.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)
Reignac-sur-Indre
Reignac-sur- Indre es conocido por ser el laberinto vegetal más grande del mundo, ubicado en un campo de girasoles en Francia. La curiosidad es que en invierno de cada año se siembra todo el campo, y en primavera, cuando los girasoles crecen, se crea un nuevo laberinto. En el año 1996, el día que el laberinto inauguraba su temporada, más de 85.000 personas intentaron encontrar el camino correcto para salir.
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