Se han escrito decenas de libros para tratar de desentrañar -muchas veces de acuerdo a la ideología del ensayista- quién fue el Gran Hermano de "1984", la célebre novela-fábula de George Orwell ¿En quién se inspiró el escritor inglés para trazar los rasgos y la personalidad de esa criatura siniestra que en el curso del relato es una omnipresencia en las telepantallas y a quien sirven los efectivos de la Policía del Pensamiento? El propio autor, en una entrevista para la revista Life, apenas posterior a la publicación del libro en 1949, se encargó de aclarar que 1984 "valoriza las perversiones a las cuales se encuentra expuesto un régimen fundado sobre unas economías centralizadas y que ya han sido realizadas por el fascismo y el comunismo".
Sin embargo, la experiencia de Orwell en la Guerra Civil Española, sus divergencias con los comunistas ortodoxos y el bigote grande y negro del Big Brother remiten inevitablemente a Joseph Stalin. Por los días en que se escribió "1984", varios intelectuales, antaño marxistas, ya habían roto lanzas con el Kremlin tras los juicios de Moscú de 1936-1938, y el Proceso Bujarin que inspiró a Arthur Koestler la redacción de su novela "El cero y el infinito". La ficción de Orwell, pese a las referencias biográficas y literarias -no hay que olvidar que era una especie de anarquista y socialista utópico-, anticipó crudamente un sistema represivo que se iba a utilizar con cruel entusiasmo no sólo en los países del ya antiguo Este europeo, sino en aquellos en dónde se entronizaron dictaduras con la excusa de combatir el comunismo. El Gran Hermano podía y aún puede tener decenas de nombres. Lo vemos todos los días en países propios y ajenos.
O´Brien, el personaje que lava el cerebro de Winston Smith, le dice en una sesión de tortura una frase que resume esta cuestión: "Si quieres hacerte una idea de cómo será el futurro, figúrate una bota aplastando un rostro humano...incesantemente". Y añade: "Siempre estará ahí la cara que ha de ser pisoteada. El hereje, el enemigo de la sociedad, estarán siempre a mano para que pueden ser derrotados y humillados una y otra vez. Todo lo que tú has sufrido desde que estás en nuestras manos, todo continuará sin cesar. El espionaje, las traiciones, las detenciones, las torturas, las ejecuciones y las desapariciones se producirán contínuamente. Será un mundo de terror, a la vez que un mundo triunfal". A esta imagen brutal de un horror que pocos habían retratado tan bien (Kafka, Conrad), tal vez no haga falta añadirle ni una palabra más a las escritas por Orwell en "1984".
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)