El 29 de enero pasado, en el estado indio de Punjab, los médicos declararon que Shri Ashutosh Maharaj, fundador de la orden religiosa Divya Jyoti Jagrati Sansthan, estaba "clínicamente muerto". El propio gurú los había llamado porque sentía un fuerte dolor en el pecho y el diagnóstico fue "ataque al corazón". Sus seguidores, entonces, resolvieron guardarlo en la heladera de una escuela. Lo más loco es que lo mantienen así, ya que sostienen que su líder religioso no está muerto, sino que está meditando.
Pero más allá de lo que sostienen los fanáticos del gurú, su familia recurrió a la Justicia para que decida si está muerto, porque está en juego una herencia de 170 millones de dólares que sus parientes pretenden cobrar. Hay que aclarar que cuando el sujeto falleció, sus fieles impidieron que la familia pudiese realizar la cremación del cadáver como marca la tradición hindú. "Su Santidad Shri Ashutosh Maharaj ji ha estado en un profundo estado de meditación desde el 29 de enero de 2014", se puede leer en el sitio web de la secta.
Los seguidores del gurú quieren que cuando éste despierte su cuerpo no haya sufrido el paso del tiempo, por lo que apenas algunos ancianos y médicos de la secta pueden acceder a la cámara custodiada. Su teoría se basa en que el cuerpo no se deterioró entre la fecha de la muerte y la entrada en el congelador, lo que explicaría, según ellos, que la "muerte científica" no es lo mismo que la "muerte espiritual", según publica el periódico El Mundo. La secta tiene miles de seguidores en todo el mundo.