Por Humberto Acciarressi
El l3 de julio de 1985, en 1.200 salas de cine de EE.UU., fue estrenada "Back to the future". Con el título de "Volver al futuro", el 25 de diciembre de ese año, los argentinos fuimos los primeros latinoamericanos en verla. Hace poco, con la segunda y tercera parte en el medio (en 1987 y 1989), la película de Robert Zemeckis que cuenta las peripecias del joven Marty McFly (Michael Fox) cumplió un cuarto de siglo. Recientemente, en Gran Bretaña, EE.UU. y México se relanzó remasterizado este film de culto, que en los años transcurridos ha generado tan enorme merchandasing que es difícil de concebir.
Aunque la Argentina no fue ajena al fenómeno, en estos días, en 28 salas del país, sólo podrá verse gracias a la iniciativa de quien se hace llamar Chandler (titular del sitio cineargentino.com.ar), que tuvo que golpear puertas, lidiar con empresarios que decían que el proyecto no era viable económicamente y finalmente poner plata de su bolsillo. Todo por un sueño: que se vea en pantalla grande, digitalizada, la legendaria trilogía.
Ahora, Chandler dice que tiene que vender por lo menos cinco mil entradas para no tener que desprenderse de su auto. Ya va por las tres mil. Y todo hace sospechar que pasará largamente esa cantidad, gracias a la repercusión que ha tenido en Twitter y Facebook, y a los cientos de fanáticos de la película. Pero Chandler va más allá: quiere que la gente vuelva al cine. Es una patriada en la que no cuesta demasiado participar.
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)
