Aunque se llamaba Miguel Peralta, para todo el mundo fue, a secas, Miguel Abuelo. Este "negrito resentido y peleador", como se autodefinía en su adolescencia, fue el fundador de Los Abuelos de la Nada (una de las bandas icónicas del rock argento) y uno de los pioneros menos mencionados. Casi ninguna rama de las artes le fue ajena. Nacido el 21 de marzo de 1946, de su amor por las letras surgió el nombre que lo inmortalizó. Leyendo "El banquete de Severo Arcángelo" quedó deslumbrado con una frase con la que reprenden al personaje Lisandro Farías, de la novela de Leopoldo Marechal: "Padre de los Piojos, Abuelo de la Nada". Eso definió el nombre de su banda y el suyo propio.
La primera formación de "Los Abuelos de la Nada", de finales de los 60, la integró con Claudio Gabis (futuro "Manal"), Pappo (que antes de ser solista pasó por "Conexión n° 5"), Micky y Alberto Lara, y Pomo Lorenzo. Pasada la dictadura, Miguelito volvió de Europa y refundó "Los Abuelos..." con Cachorro López, Andrés Calamaro, Gustavo Bazterrica, Daniel Melingo y Polo Corbella (ambos integrantes posteriormente de "Los Twist"). Un seleccionado de lujo, que tuvo uno de sus picos más altos en los recitales del Opera en el 85. Choques de personalidades acabaron esa segunda formación, que dio paso a la tercera, cuyo único disco se llamó "Cosas mías" por el tema homónimo que, adaptado por la hinchada de River, con el tiempo ganó las tribunas. En ese último grupo, Kubero Díaz, "Chocolate" Fogo, Juan del Barrio, Polo Corbella, Alfredo Desiata y Willy Crook, acompañaban a Miguel. La muerte lo alcanzó en la tarde del 26 de marzo de 1988, haciendo planes para el futuro. El 21 de diciembre, el Sida arrastró a Federico Moura. Un poco antes, la cirrosis había matado a Luca. En menos de un año, "Sumo", "Virus" y "Los Abuelos de la Nada" se convirtieron en leyenda. Y el rock argentino comenzaba a llorar a todos sus muertos.
(Publicado en el suplemento de música "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)