Los que tenemos unos años en el periodismo recordamos las viejas, verdeoliva y baqueteadas Lexicon 80 (las 120 se usaban en oficinas, ya que tenían el carro más largo) en las que escribíamos nuestras crónicas. Hacia fines de los 80, las PC (que ya estaban en muchos hogares) irrumpieron en los diarios. Aún en su versión ultra rudimentaria (escribiendo sobre la pantalla de color azul o negra), fue un gran avance en las redacciones. Y ni hablar de los diskettes. Más tarde, la aceleración de la historia que caracteriza al mundo que nos tocó vivir, se fue tragando etapas hasta llegar a la actualidad: el mundo de la web 2.0, las redes sociales y los dispositivos portátiles.
Esos números que dominan la Matrix que es esta extraña realidad, parecen augurar que el 2011 marcará el inicio del fin de las PC de escritorio, en favor de teléfonos inteligentes y tabletas electrónicas. Nada de lo que se ha dicho hasta acá puede llamar la atención, como sí ocurrió hace varios lustros. La ciencia ficción (sobre todo en la literatura, pero también en el cine), siempre en la delantera, ya venía hablando del asunto desde un siglo atrás. Que desaparezcan las PC de escritorio no altera ni sorprende a nadie, en un tiempo en que los estudiantes de periodismo se creen que uno les hace una broma cuando les cuenta que existió algo llamado máquinas de escribir. En este mismo sentido, las PC van camino a convertirse en los nuevos dinosaurios de la era de las comunicaciones.
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)