La virginidad de una estudiante belga de 20 años, apodada "Noelle", fue subastada al mejor postor a través de una empresa holandesa dedicada a la prostitución de lujo por 50.000 euros. La suma fue abonada por un hombre cuyo nombre no fue divulgado. La puja se realizó desde el mes de marzo pasado, concluyó ahora y tiene un "fin benéfico" (donar el 5% de la ganancia a chicos víctimas de la guerra), dijo Sarah Zentjes, directora del prostíbulo de lujo que organizó la subasta y una caradura sin escrúpulos.
"Por esa cantidad -dijo la madama- Noelle pasará 24 horas con el cliente, que la llevará a pasear durante todo el día y, por la noche, a su casa o a una habitación de hotel". Una de las condiciones de este trámite "comercial" es que el cliente no podrá saber nunca el nombre real de "Noelle" ¡¡¡Ah, menos mal, qué cuidadosos!!! Ya me estaban preocupando. El mundo ya se fue al carajo sin remedio.