10 mayo 2011

Hasta sus personajes lloran a Trillo


Por Humberto Acciarressi
 
Cuando Luigi Pirandello escribió "Seis personajes en busca de un autor", no sólo dejó una obra magnífica, sino que además delegó una reflexión a las futuras generaciones sobre la relación entre "escribidor" y "escrito". Hoy son bastante más de seis los personajes que -con la vida propia que le dan autor y público- no buscan sino comienzan a extrañar a quien, para muchos -entre ellos Guillermo Saccomanno- fue el mejor guionista de historietas argentino. Lo que no es poco en uno de los países que ha dado más historietistas (escritores y dibujantes) al mundo.

El Loco Chávez (una serie televisiva inspirada en él fue censurada por la dictadura porque los jerarcas argumentaban que el "loco" era un mal ejemplo porque no le gustaba trabajar y no respetaba a sus jefes), Daneri, El Negro Blanco, Clara de Noche, El señor López (que llegó al cine), Bolita, Sasha y tantos otros, han quedado huérfanos con la muerte de Carlos Trillo, sucedida en Londres, a dónde había viajado junto a su esposa. Muy escuetamente se dice que sufrió una descompensación. Y se recuerda que tenía 68 años. Puede ser que Rep haya resumido la tristeza que se extendió entre sus compañeros ni bien se conoció la noticia: "No lo puedo creer. Estamos desvastados, sus amigos. Carlos querido...". Y en esos puntos suspensivos cada uno puede poner mil anécdotas, recuerdos, admiraciones y tantas otras cosas que un creador despierta entre sus lectores y compinches.

Como tantos otros colegas ilustres, Trillo se formó en la década del sesenta en la "escuela" de Dante Quinterno, ya sea en Patoruzú Semanal (en la que escribía las tiras de El Topo Gigio), ya sea en otras publicaciones de la editorial. A la vez -era un tiempo de plena ebullición- colaboró en guiones televisivos de El club de Hijitus e incluso trabajó como locutor en Radio Municipal. Con el espíritu iconoclasta y rebelde de casi toda su hornada, en la legendaria revista Mengano hizo su debut con un personaje propio. Y fue en compañía -nada menos- que de Alberto Breccia. Nos referimos a "Un tal Daneri".

Trillo no podía con su genio. Siempre estaba creando personajes, reflexionando sobre la historieta argentina y mundial, asesorando en revistas como Satiricón, dirigiendo otras como Mengano o SuperHumor , editando Puertitas. En sus historietas trabajó a la par de grandes ilustradores como Eduardo Risso, Domingo Roberto Mandrafina, Alberto Breccia, Enrique Breccia, Carlos Meglia, Horacio Altuna, Jordi Bernet, entre otros. Son muchas las cosas que podrian decirse de un creador tan prolífico. Por lo pronto, que el vacío que deja es muy grande.

(Publicado en la sección Cultura, de La Razón, de Buenos Aires)