En el retorno de la presidente de la Nación a sus actividades, mediante un video filmado por su propia hija Florencia, la mandataria agradeció los rezos y regalos recibidos durante su enfermedad y posterior convalecencia, entre los que mostró en cámaras un hermoso perrito blanco. Fue entonces cuando, brevemente, contó la historia de Nevado, el cuzco que acompañó a Simón Bolívar en varias de sus campañas y que murió atravesado por una lanza en la Batalla de Carabobo de 1821, ya que la historia reconoce una primera del año 1814. Lo cierto es que el perro en cuestión pertenece a la raza de los Mucuchíes, y aunque algunos le atribuyen un origen venezolano, en realidad llegaron con los conquistadores españoles.
La verdad histórica enseña que un tal Vicente Pino le regaló a Bolívar el perro Nevado luego de la batalla de Niquitao, en 1813. Lo cierto es que el libertador de Venezuela le encargó el cuidado del animal a un indio mucuchero llamado Tinjacá, que había sido criado por él. Y al punto tal cumplió con su deber, que los oficiales lo llamaban, en tono de broma, "El edecán del perro". Nevado siempre correteaba al lado de Bolívar y de Tinjacá y en medio de las batallas se oían sus ladridos. El 24 de junio de 1821, en la Batalla de Carabobo, el perrito noble fue muerto por una lanza realista y, cuenta la historia, cuando se lo comunicaron a Bolívar se quedó en silencio sin decir nada.
En el video de su retorno, Cristina Kirchner cuenta a grandes rasgos la historia del perrito que recibió de regalo y, refiriéndose a Nevado señala que éste murió atravesado con una lanza en "La batalla de Carabobo, que emancipó definitivamente el continente" (sic). La presidente se confunde. Ese encuentro bélico fue con el que Bolívar le dio la independencia a Venezuela. Todavía tendrían que pasar tres años para que América fuera libre gracias a la lucha en el Norte de Bolívar y en el Sur de José de San Martín. La contienda que "emancipó definitivamente al continente" -para usar las mismas palabras de la presidente*- fue la Batalla de Ayacucho (actual Perú y no Ecuador), del 9 de diciembre de 1824, en la cual el ejército libertador estuvo al mando de José Antonio Sucre. El pobre Nevado había muerto casi cuatro años antes. Decimos esto para aclarar la cuestión y para hacer honor a la verdadera historia americana.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)