El vestido más famoso de la historia del cine saldrá a subasta hoy y podría recaudar dos millones de dólares. Se trata del que usó Marilyn Monroe en la icónica escena de "The Seven Year Itch" (1955), en la escena en la que ella camina por las calles de Manhattan y una salida de aire del subte le levanta el vestido. La casa de subastas Profiles in History pondrá a disposición de los coleccionistas, una parte de la colección de la actriz Debbie Reynolds, de 79 años, cuyo catálogo total contiene 3.500 vestidos, 20.000 fotos originales y varios cientos de pósters de películas y objetos relacionados con la industria cinematográfica.
Reynolds compró la mayoría de las piezas a los estudios cinematográficos Metro-GoldwynMayer (MGM) y Fox, cuando estos liquidaron gran parte de su inventario en la década de 1970. La subasta, que se hará en el Paley Center for the Media, en Beverly Hills, incluye, además, uno de los vestidos de Vivien Leigh en su papel de Scarlett O’Hara en "Gone With the Wind" (1939); el que usó Julie Andrews en "The Sound of Music" (1965) mientras cantaba "Do-Re-Mi"; el de Judy Garland, con sus zapatillas rojas, en su papel de Dorothy en "The Wizard of Oz" (1939); el que exhibía Claudette Colbert en "Cleopatra" (1934) y el traje de torero de Rodolfo Valentino en "Blood & Sand" (1922). Qué lindo sería tener plata y quedarse con algunos de esos tesoros.
Reynolds compró la mayoría de las piezas a los estudios cinematográficos Metro-GoldwynMayer (MGM) y Fox, cuando estos liquidaron gran parte de su inventario en la década de 1970. La subasta, que se hará en el Paley Center for the Media, en Beverly Hills, incluye, además, uno de los vestidos de Vivien Leigh en su papel de Scarlett O’Hara en "Gone With the Wind" (1939); el que usó Julie Andrews en "The Sound of Music" (1965) mientras cantaba "Do-Re-Mi"; el de Judy Garland, con sus zapatillas rojas, en su papel de Dorothy en "The Wizard of Oz" (1939); el que exhibía Claudette Colbert en "Cleopatra" (1934) y el traje de torero de Rodolfo Valentino en "Blood & Sand" (1922). Qué lindo sería tener plata y quedarse con algunos de esos tesoros.
