15 junio 2012

Se divorciaron dos tortugas luego de casi 40 años

Por Humberto Acciarressi

Las autoridades del zoológico austríaco de Klagenfurt no omitieron detalles y a diferencia de las conferencias de prensa de algunos gobernantes, alli se admitieron preguntas. Lo cual prueba que el mundo está patas para arriba. "Bibi no soporta más a Poldi", precisó la vocera. Lo único que no consignan las crónicas es si hubo llantos en la sala. Todos sabían que la pareja de tortugas gigantes del zoo convivían desde hacía 36 años y chicos de varias generaciones los vieron, aunque sin papeles, juntos.

Para la ley argentina serían un matrimonio, aunque los austríacos son más conservadores en la materia. Los quelonios eran concubinos. Claro que esto es pura formalidad, ya que lo cierto es que Bibi (la hembra) mordió a Poldi (el macho) y las autoridades del lugar resolvieron separarlos. "Hasta ahora habían convivido en forma pacifica. No sabemos qué pasó", indicaron los voceros. Nadie se atreve a decir la verdad con todas las letras: se acabó el amor. Por lo menos, ella se hartó.

Parecían muy tranquilos, pero la verdad es que por dentro de ellos levantaba temperatura un volcán.Fue tan feroz la pelea -se ignora el desencadenante- que tuvieron que llamar a los cuidadores y otros empleados del zoológico para separar a las tortugas. Para evitar "que sucediera algo grave", se informó, tuvieron que entretener a Bibi con tomates. Quiero creer que no la agarraron a tomatazos, sino que le dieron de comer para que no se convirtiera en caníbal de su ahora ex pareja.

Sociedad machista si las hay, las autoridades del zoológico no entienden "el brusco cambio de conducta de Bibi". Para ser más precisos, los voceros indicaron: "Sigue siendo un misterio". Y como si la edad tuviera algo que ver, añadieron que los 115 años de cada una podría ser un motivo ¿No entienden que cuando se acaba el amor no hay que buscar a nadie debajo de la cama? Estos austríacos son unos caídos del catre. El asunto, para concluir, es que las tortugas ya no compartirán sus aburridas jornadas de zoológico.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)

BIBI Y POLDI CUANDO AUN ERAN FELICES.