14 junio 2012

Apagá las velitas y metete en el cajón


Por Humberto Acciarressi

"Qué los cumplas feliz, qué los cumplas feliz, que los cumplas, brevemente, porque tenés que morir". Sería de un pésimo gusto cantarle esto a un cumpleañero, y encima que los más angurrientos lo estén apurando para soplar las velitas y comenzar a cortar la torta, para tenerla deglutida a la hora de llorar. Ah, claro, no sabés de lo que hablamos. Resulta que en la Universidad de Zurich se averiguó que la posibilidad de morir en el cumpleaños es del 14% más que en los 364 días restantes.

Y esto que parece broma no lo es tanto. Si la ciencia no nos miente -y nadie puede asegurar nada, me dice alguien que estuvo cara a cara con un extraterrestre- los suizos investigaron la muerte durante su cumpleaños de más de dos millones de personas. No es que estaban en la fiesta mirándolos fijos y con el cronómetro en la mano. Pero parece que a alguien le llamó la atención que la fecha de la muerte coincidiera muy frecuentemente con la del nacimiento. Y allí se pusieron a investigar.

Lo peor es que los porcentajes suben con la edad. Si tenés más de 60 pirulos, los infartos durante el cumple aumentan un 18,6%, los accidentes en un 28,5% y el riesgo de fallecer en una caída un 44%. Es un escándalo de tan grandes dimensiones que lleva a preguntarse qué es lo que se festeja en los cumpleaños y cómo nadie advirtió esto con anterioridad. Como aparentemente esto no tiene explicación y la ciencia tiene que darla, se indica que comer mucho puede ser una causa ¿De qué?, ¿de una caída?

Hay quienes afirman que el stress aumenta por los cumpleaños. Ya mismo habría que hacer una ley para prohibirlo y la OMS debería encabezar una campaña urgentemente. "No festeje su cumpleaños y viva más", podría ser una alternativa, pero no te aseguro nada. Y no te deprimas, ya que ese día aumentan los suicidios en un 34,9% con respecto a los demás. No hace falta decir que a partir de ahora, cada vez que alguien cumpla años lo voy a mirar con lástima. Y por las dudas le doy el pésame en vivo, cosa que tenga una alegría.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)