Mona Lisa de Isleworth |
Siguen los misterios alrededor de la Gioconda y su sonrisa. El famoso cuadro de Leonardo Da Vinci no puede descansar tranquilo. Según una fundación suiza, la Mona Lisa que se encuentra en el Museo del Louvre no fue la primera pintada por el artista. La “Fundación Mona Lisa” sostiene que Leonardo pintó el rostro de Lisa Gherardini sobre un lienzo una década antes de plasmar en madera la sonrisa más enigmática de la historia del arte. Así lo afirmó la entidad con sede en Zúrich, que asegura que el retrato que se exhibe en el Louvre es una versión posterior de aquel original pintado sobre lienzo. "Pruebas históricas parecen indicar que Leonardo Da Vinci dejó sin terminar un retrato anterior de Mona Lisa en el que (la mujer) está flanqueada por columnas", indicó en un comunicado.
Los expertos, que analizaron con detalle el cuadro, aseguran que ambas obras fueron creadas en momentos y lugares diferentes para dos mecenas, pero por la misma persona: el genio del Renacimiento. La "primera versión" ha sido conocida por décadas como "la Mona Lisa de Isleworth", en referencia al lugar donde residía Hugh Blaker, el coleccionista inglés que "la descubrió" antes de la Primera Guerra Mundial.
La Mona Lisa del Louvre |
Tras pasar 40 años en un sótano, la obra fue adquirida por el estadounidense Henry F. Pulitzer, que se la cedió a su amada y, a su muerte, fue adquirida por un consorcio que la guardó en un banco suizo hasta 2003. Según la teoría defendida hoy, Da Vinci comenzó a pintar hacia 1503 el retrato de Lisa Gherardini a pedido del marido de ésta, el comerciante de telas florentino Francesco del Giocondo, pero dejó el cuadro a medias porque se vio obligado a abandonar Florencia para instalarse en Milán. Precisamente, el hecho de que el cuadro esté inacabado es un argumento usado para defender la autoría de Leonardo citando una carta del cronista Giorgio Vasari, contemporáneo del artista, que decía al menos dos veces que la obra "estaba inacabada". Sin embargo, la Gioconda estaba finalizada en 1517, como lo afirma otro cronista, Antonio Beatis, que recuerda que la obra fue pagada por Giuliano de Médicis.
En la “primera versión” de la Mona Lisa, la mujer se ve mucho más joven, con la piel más tersa y hasta con cara aniñada si se la compara con el retrato que se encuentra en el Louvre y es admirado diariamente por miles de turistas. Esta diferencia de edad es otro de los argumentos para defender que la obra es anterior a la del Louvre, pues, según la fundación, si fuera una copia, el que la plagió habría copiado exactamente la original.
El mismo argumento se usa para defender el hecho de que el bordado del vestido es distinto; que el tamaño del cuadro es diferente; que la base de una obra es el lienzo y la de la otra el nogal; y que en la "versión original" no se haya usado la técnica de barnizado de la Gioconda, que sólo se desarrolló a partir de 1508. Otra de las razones que esgrime la fundación para defender la "versión original" es que el propio Rafael pintó en 1504, tras visitar a Leonardo en su estudio, a una muchacha en la misma posición que la Gioconda, pero con un fondo mucho más parecido al de la "versión original" que el que se puede admirar en el Louvre, y en la que se habría inspirado.
Detalle del rostro de la Mona Lisa joven |
Finalmente, la fundación recordó que Leonardo hizo más de una versión de varios de sus cuadros, y citó, entre otros, el caso de "La Virgen de las Rocas". Todas estas pruebas se han recopilado en un libro de 320 páginas llamado "Mona Lisa, la versión anterior" que acaba de presentarse y con el que la fundación defenderá su obra.