19 julio 2012

Zulma Lobato y Gladys Florimonte, en oferta

ZULMA LOBATO
Por Humberto Acciarressi

Primero fue Zulma Lobato, ese personaje freak que recorre los canales televisivos con sus desventuras a cuestas, que con sus peleas mantiene en vilo a la teleaudicencia y que, cada dos por tres, llora porque no tiene un mango ni para un choripan de "dorapa" en Constitución.Harta ya de estar harta de las necesidades económicas, puso la caripela en Infama y reveló que está en busca de un novio adinerado, que tenga entre 30 y 40 años, y que la quiera bien (según sus palabras).

Caradura como pocas, la travesti sostuvo que no quiere alguien mayor de edad, ya que no desea convertirse en enfermera. Disculpen si me río, que es lo que estoy haciendo ahora viendo esa cara y esa pinta que le hubieran encantado a Diane Arbus.Es cierto que hay gustos para todos y que a cada chancho le llega su San Martín, pero causa gracia su rostro cuando manifiesta: "Quiero un hombre que no me haga faltar nada. No tiene que ser pobre como yo". Así que ya sabés, si te sobra la plata y te gusta Zulma Lobato, adelante con los faroles.

GLADYS FLORIMONTE
Y cuando nos encontramos escribiendo esto, vemos que en la última Paparazzi aparece Gladys Florimonte, en una pose sensualmente sugestiva y gritando en letras de molde: "Soy una verdadera bomba sexual". La actriz cómica, que no suele salir tan destapada en las revistas, se jacta: "Tengo lo mío y me la banco. Amé pocas veces.Guardo el cuerpo para quien me lo pida". ¿Qué talco con la Gladys?

Como Zulma, la Florimonte también da a entender que anda buscando a un hombre a su medida pero, a diferencia de la primera, ella reconoce que se hace tratamientos con láser y se inyecta Botox para tapar las arrugas. Eso sí: tiene un admirador, una especie de empresario. Gladys admite que tuvo fantasías con Marcelo Tinelli, con quién le hubiera gustado mantener un romance. "Cuando amo, amo de verdad", arremete. Como podrás ver, las mediáticas (ya hablaremos de otras) están que arden y eso que todavía no comenzó el invierno.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)