El 5 de octubre de 1970, Led Zeppelin editó su tercer disco de estudio, que incorporaba elementos acústicos y del folk rock al repertorio de la banda. Fue una especie de bisagra en la historia del grupo, ya que provocó críticas de los más metaleros y de los admiradores de bandas como "Crosby, Stills, Nash and Young". Lo cierto es que luego del rotundo éxito de "Led Zeppelin II", la crítica no fue generosa con el volumen III. La tercera canción de ese disco -entonces eran todos de vinilo- fue nada menos que "Celebration Day", que casi queda excluída. Los riffs de guitarra bien metálica y una atmósfera hipnótica son las características de este tema al que se le borró la primera parte de la batería de John Bonham y el error tuvo que se solucionado con sintetizadores.
"Celebration Day" fue erradicada de hitos fundamentales de la banda, por ejemplo de la película que acompañó al álbum. Y así fue pasando el tiempo hasta llegar al año 2007. El 10 de diciembre de ese año, luego de casi tres décadas de no tocar en vivo (disuelta la banda tras la muerte del baterista John Bonham), Led Zeppelin ofreció en el estadio O2 de Londres un recital histórico, y a la vez de los más famosos de la historia del rock de todos los tiempos.
En esa oportunidad, apenas 18 mil personas pudieron asistir al estadio londinense. Miles, millones, quedaron afuera de ese acontecimiento memorable. La demanda del primer día de ventas alcanzó el millón de entradas, que obviamente quedaron sin vender. En el escenario estaban los históricos John Paul Jones, Jimmy Page, Robert Plant, acompañados por Jason Bonham (hijo del fallecido baterista y responsable de éxitos como "Rock And Roll" y "Stairway To Heaven").
Ahora, dos CD y un DVD dan cuenta de ese recital memorable en varios sentidos. Pero fundamentalmente porque Page, Plant y compañía demostraron en aquella oportunidad una potencia y una calidad que nada tuvo que envidiarle a las mejores épocas de la banda londinense. Después amagaron, y no realizaron, una gira con el nombre de "Celebration Day". Un dedo roto de Page, una suerte de alejamiento de Plant y otras cuestiones dejaron el proyecto en el aire. Sin embargo, gracias a este material filmado y grabado, ahora puede disfrutarse de uno de los momentos más altos de una de las superbandas que marcaron el futuro. La magia de Led Zeppelin, gracias a eso, vuelve a estar entre nosotros.
(Publicado en el suplemento de música "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)