Por Humberto Acciarressi
Parece un chiste. Rusia, la ex URSS, la meganación que puso el primer hombre en el espacio, la que -al decir de un biógrafo de Stalin- sentó a la Madre Patria sobre columnas nucleares. la que sin cuya existencia no hubiera existido la Guerra Fría, nunca se ha caracterizado por la pobreza de sus artistas y científicos. Muy por el contrario, fueron de lo mejorcito en el planeta. Y ahora, sin decir agua va, Rusia aceptó que la cerveza es una bebida alcohólica. Recórcholis, Batman ¿De qué hablas, Willis? Efectivamente, hasta hace unos días, en la tierra del vodka se consideraba que la cerveza era un alimnto. Como el pan, los fideos o un churrasco de yak. Nadie se había dado cuenta que cuando decenas de personas andaban por el piso, gateando como bebés de pecho, se debía a que la cerveza que habían "comido" era la causa de la curda.
Pero esto ya va más alla de lo científico, ya que durante la última década, a venta de birra aumentó más del 40%, mientras que las de vodka se redujeron en casi un 30%. Y en consecuencia, los ministros han recibido instrucciones para controlar la cerveza de la misma forma en que se lo hace con la bebidas alcohólicas. Si no fuera serio, parecería un chiste.
No es un dato menor que el consumo de alcohol en Rusia supera el doble de lo establecido por la OMS.
Barney Gómez, el amigo de Homero Simpson, es un nene de pecho al lado de estos rusos. Lo único que falta es que para celebrar este descubrimiento y su aplicación a los decretos gubernamentales, autoridades y pueblo festejen poniéndose en curda con cerveza, vodka y otras bebidas con alcohol, que harían caerse de bruces al mismísimo Yeti. Ahora, un cientifico sospecha que el vino también podría tener alcohol. Chan.
(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)