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| EL TWEET MENTIROSO DE GARRE. LA PRESIDENTE SE ENCONTRABA EN OLIVOS Y NO FUE A RECORRER LAS ZONAS INUNDADAS. |
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| EL TWEET ORIGINAL Y LA CORRECION, AL DIA SIGUIENTE, DESPUES DEL PAPELON |
Por Humberto Acciarressi
A mediados de la década del 70, entre la militancia corría un chiste que decía más o menos así: "Perón le pregunta a Héctor Cámpora: `Doctor, ¿qué hora es?". Y quien había sido el chupamedias más encumbrado de Evita y era objeto de cargadas en el propio peronismo, le responde: ´La que usted quiera, mi General´". El proverbial lamebotas que llegó a la presidencia de la Nación y que el propio Perón se encargó de tirar por la borda con un golpe institucional a tres meses de su asunción por considerarlo un incapaz, acabó sus días en México sin querer recibir a ningún integrante o allegado a los Montoneros porque lo habían alejado de su "querido general". Este pobre hombre digno de una novela de Arlt, cuyo nombre utiliza la organización de Máximo Kirchner para copar los organismos del estado argentino, apenas fue uno de los tantos chupamedias que tuvo la política vernácula.
Ahora, en la corte de los milagros que rodea a la presidente de la Nación y le aplaude hasta la inauguración de una canilla en medio de una inundación, figura Nilda Garré, quien -podemos acotar- por su pasado no hubiera sido recibida en México por el agonizante odontólogo de San Andrés de Giles. Pero eso ya es historia. Hace unas horas, la ex ministra de Defensa de Néstor Kirchner y actual embajadora argentina ante la OEA, la susodicha Garré, twitteó en el colmo del desatino: "Bien Cristina recorriendo las zonas inundadas y tomando las medidas necesarias para atenuar la situación de los damnificados". Hay quienes dicen que ignoraba que eso no era cierto. Personalmente creo que -fiel al estilo kirchnerista- quiso ser más papista que el Papa y mandó fruta en su time line twittero.
Lo cierto es que se armó tal escándalo en las redes sociales y en los ámbitos políticos, que la funcionaria borró su tweet y lo reemplazó por otro que dice lo mismo, salvo que la palabra "recorriendo" fue sustituida por "acompañando". Es decir, una payasada al cuadrado. Pero más allá del blooper de Garré y de que a la presidente de la Nación no se la ve desde que el domingo pasado fue a votar -y aunque ya había inundaciones prefirió hablar de su hijo Máximo-, lo realmente triste es que los argentinos estamos tomando estas cosas como normales. Sin ir muy lejos en el tiempo, también durante las inundaciones de La Plata del 2013, que dejaron un número que aún se desconoce de muertos pero que superan los 70, el intendente kirchnerista Pablo Bruera publicó una foto en la que simulaba estar atendiendo a los evacuados, aunque en verdad estaba paseando por las playas de Río de Janeiro. Un Discépolo contemporáneo volvería a escribir en un nuevo Cambalache: "¡Dale nomás! ¡Dale que va!"
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)
A mediados de la década del 70, entre la militancia corría un chiste que decía más o menos así: "Perón le pregunta a Héctor Cámpora: `Doctor, ¿qué hora es?". Y quien había sido el chupamedias más encumbrado de Evita y era objeto de cargadas en el propio peronismo, le responde: ´La que usted quiera, mi General´". El proverbial lamebotas que llegó a la presidencia de la Nación y que el propio Perón se encargó de tirar por la borda con un golpe institucional a tres meses de su asunción por considerarlo un incapaz, acabó sus días en México sin querer recibir a ningún integrante o allegado a los Montoneros porque lo habían alejado de su "querido general". Este pobre hombre digno de una novela de Arlt, cuyo nombre utiliza la organización de Máximo Kirchner para copar los organismos del estado argentino, apenas fue uno de los tantos chupamedias que tuvo la política vernácula.
Ahora, en la corte de los milagros que rodea a la presidente de la Nación y le aplaude hasta la inauguración de una canilla en medio de una inundación, figura Nilda Garré, quien -podemos acotar- por su pasado no hubiera sido recibida en México por el agonizante odontólogo de San Andrés de Giles. Pero eso ya es historia. Hace unas horas, la ex ministra de Defensa de Néstor Kirchner y actual embajadora argentina ante la OEA, la susodicha Garré, twitteó en el colmo del desatino: "Bien Cristina recorriendo las zonas inundadas y tomando las medidas necesarias para atenuar la situación de los damnificados". Hay quienes dicen que ignoraba que eso no era cierto. Personalmente creo que -fiel al estilo kirchnerista- quiso ser más papista que el Papa y mandó fruta en su time line twittero.
Lo cierto es que se armó tal escándalo en las redes sociales y en los ámbitos políticos, que la funcionaria borró su tweet y lo reemplazó por otro que dice lo mismo, salvo que la palabra "recorriendo" fue sustituida por "acompañando". Es decir, una payasada al cuadrado. Pero más allá del blooper de Garré y de que a la presidente de la Nación no se la ve desde que el domingo pasado fue a votar -y aunque ya había inundaciones prefirió hablar de su hijo Máximo-, lo realmente triste es que los argentinos estamos tomando estas cosas como normales. Sin ir muy lejos en el tiempo, también durante las inundaciones de La Plata del 2013, que dejaron un número que aún se desconoce de muertos pero que superan los 70, el intendente kirchnerista Pablo Bruera publicó una foto en la que simulaba estar atendiendo a los evacuados, aunque en verdad estaba paseando por las playas de Río de Janeiro. Un Discépolo contemporáneo volvería a escribir en un nuevo Cambalache: "¡Dale nomás! ¡Dale que va!"
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)
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| EL PRESIDENTE HECTOR CAMPORA, JUAN PERON Y EL MINISTRO DEL PRIMERO, JOSE LOPEZ REGA, FUNDADOR DE LA ORGANIZACION ULTRADERECHISTA Y PARAMILITAR TRIPLE "A" |
