La cabra Gary ya puede respirar tranquila. La Justicia australiana desestimó los cargos contra ella, y en consecuencia contra su dueño, un hombre que fue multado porque el animal se comió las flores del exterior del Museo de Arte Contemporáneo de Sidney. El hecho ocurrió el pasado agosto. En ese entonces, la cabra Gary fue confiscada por la policía y su dueño, el cómico Jimbo Bazoobi, recurrió la multa de 440 dólares que le aplicaron. Finalmente, el juez consideró que ni la cabra ni el hombre tenían el propósito de destrozar las plantas del museo. Felicidades, Gary.