19 octubre 2011

Guarda con los psicópatas en Twitter


Por Humberto Acciarressi

Twitter da de comer a todo el mundo. Desde que las celebridades llegaron al microblogging, el fenómeno comenzó a ser estudiado en todas sus facetas. Y se decubrieron varias cuestiones. La última, debida a expertos de dos universidades británicas, es que gracias a los 140 caracteres se puede descubrir la personalidad y la conducta propia de un psicópata. Claro que primero tuvieron que desarrollar un programa para analizar Twitter y otras redes sociales como blogs o comentarios de Facebook.

En este caso se basa en las peculiaridades verbales de un Hannibal Lecter o de un Jack el Destripador. Eso sí. Dan por sentado que escriben igual que hablan, lo que no parece demasiado serio. Pero vamos a un ejemplo bastante dudoso. Según los expertos, las personas con tendencias psicopáticas suelen usar las palabras "desde" junto con "porque" y "debido", con una frecuencia mucho más alta que el resto de las personas. Desde ya advierto que para tomarse ese trabajo ni vale la pena abrir una cuenta, ni en Twitter ni en ningún lado.

Otra de las claves es que los psicópatas se enfocan en temas materiales, como el dinero. Con lo cual me estoy dando cuenta de que vivo rodeado de psicópatas e incluso yo mismo lo soy. También evitan temas como la familia o la religión, con lo cual un cura o un predicador no podría ser un psicópata. Pero hay algo que es maravilloso. Cuando en las redes sociales a los asesinos seriales se los confronta en un tema emocional, ellos responden con expresiones como "mmm" o "uHHHh". Simplemente quiero aclararles algo: la mayoría de los twitteros utilizan esas exclamaciones. Con lo cual el FBI ya tiene una buena herramienta para evitar futuros crímenes: detener a todos los twitteros. No será el fin de la criminalidad en el mundo, pero le harán un gran favor a los idiomas del planeta, cada vez más despoblados de términos y reemplazados por esos rasgos psicopáticos de la escritura.Y ojo que ahora esto lo avala la ciencia.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)