El único encuentro entre los Beatles y Elvis Presley resultó decepcionante y aburrido, según se revela en la muestra "Elvis y nosotros", inaugurada en Liverpool, en la que se incluye un vídeo de Tony Barrow, el jefe de prensa del grupo inglés en los 60. Esa reunión secreta se produjo en la casa de Elvis en el lujoso barrio de Bel Air, en California, durante el tour que los Beatles hicieron en Estados Unidos en el verano de 1965.
La cosa no empezó bien. Cuando se vieron, Lennon le preguntó qué había pasado con el viejo rockero Elvis, que entonces (apenas tenía 30 años) se dedicaba casi en exclusiva a grabar las bandas sonoras de sus películas. "Lo dijo medio en broma, pero lo pensaba", reveló Barrow, que relató que el rey del rock se rió con el comentario, pero como consecuencia la conversación resultó un poco forzada al principio.
Esta situación cambió cuando Elvis pidió que le llevaran unas guitarras a la habitación. Entonces comenzaron a zapar. "Con las palabras no tenían mucho que decirse, pero en cuanto comenzaron a tocar echaron chispas", contó el jefe de prensa. Los Beatles se lanzaron con clásicos del rock and roll, algunos de sus éxitos y temas de Elvis. Sin embargo, ese mágico momento no convenció a Ringo Starr, que se puso a jugar al billar. Hasta que el coronel Tom Parker, representante de Elvis, y le dio una bolsa de regalo a cada uno de los Beatles. El encuentro había acabado. Cuando se iban, uno de ellos le comentó a los otros: "Estaba totalmente fumado". En síntesis, les resultó un fiasco.