Primero vendió plazas para el Virgin Galactic, un vuelo espacial para trasladar a turistas osados y adinerados ( 330 aspirantes a astronuatas ya pagaron 200 mil dólares cada uno), aclarando que aún no están dadas las condiciones.Luego intentó dar la vuelta al mundo en globo, no lo logró, pero las empresas auspiciantes sí pusieron la plata para el proyecto.
Ahora, el millonario Richard Branson anunció que explorará las profundidades de los océanos del mundo con un submarino de cinco metros y medio. Esta nueva aventura -o curro, según desde dónde se lo mire- fue bautizada como el Virgin Oceanic, que realizará cinco inmersiones en los próximos dos años. O eso es lo que dice. En principío serán de orden científico y recién en la segunda bajará él mismo.Luego, como es de esperar, comenzará a vender pasajes para quienes quieran visitar -al estilo de una novela de Julio Verne- las profundidades de los océanos.
Como si además fuera un Nostradamus multimillonario, adelantó: "Obviamente vamos a encontrar criaturas fascinantes y asombrosas". Branson fue el creador en la década del setenta de la cadena de discos Virgin Records y en la actualidad es dueño de una discográfica y una compañía aérea. Sostiene que sólo cree en la ciencia, que es ateo, y que no puede estar un minuto de su vida sin inventarse algo.En cuanto a los millonarios a quienes esquilma, ¿quién soy para indignarme si ellos tienen la vaca atada y yo apenas llego a fin de mes?
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)