23 marzo 2011

Un perro lazarillo para otro perro ciego


Fueron muchos años los que el británico Graham Waspe, ciego, convivió con su perro lazarillo, el noble Edward. Fue un perro guía extraordinario. Hasta que por esas cosas que hacen que el mundo no sea perfecto, el perrito también se quedó ciego. Fue un golpe durísimo para Graham y su esposa, que lloraron y tomaron una determinación: comprar otro can lazarillo. Ahora, Opal no sólo guía al viejo inglés ciego, sino también al buenísimo Edward, de ocho años. Y ya forman un trío inseparable.