Por Humberto Acciarressi
Ah, los nenes pequeños. Ultimamente, entre otras cosas, son noticia. Hace poco, fue el bebé fumón que se mandaba cuarenta fasos al día y pudo largar el vicio a los dos años de edad. Ahora le toca el turno al más chico de los alcohólicos en la historia de Gran Bretaña. No trascendió el nombre pero si su edad: tres años. Y ha bebido tanto que los médicos califican su estado como "horrible" y que entre otras cosas el bebé presenta frecuentes y violentos cambios de humor. La pregunta que seguramente te hacés es qué hacían sus padres mientras el pibe se mamaba. Nada. Incluso trascendió que ellos mismos le estuvieron dando cantidades siderales de alcohol en los últimos 180 días. Pero no para envenenarlo ni mucho menos, sino de onda (¿?). Incluso parece que tomaban juntos, lo que remite- inevitablemente- a uno de los tres capítulos de aquella buena película inglesa, "Acid House".
Hasta ahora, la persona alcohólica más joven del Reino Unido era una nena de ocho años. Y no te extrañe que un reality televisivo les organice una salida juntos y que terminen los dos vomitando en un costado de una carretera. Se sabe que los británicos son los mayores consumidores de alcohol de los 27 países de la Unión Europea. Pero de allí a que comiencen a emborracharse tan jovencitos parece indicar que algo está fallando. Aunque a algunos (por ejemplo a mí) les parezca gracioso, no es común que un nene de tres años empine el pico más que Nicolas Cage en "Adiós a Las Vegas".
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)