31 octubre 2010

Carteles de jubilados en el Congreso denuncian la política kirchnerista


No hay día de la semana en que los jubilados no se paren en la esquina de Callao y Rivadavia, en la vereda de la vieja confitería El Molino, frente al Congreso Nacional. Como esos abuelos ya forman parte del paisaje, la gente pasa junto a ellos como si nada. Jornada tras jornada cambian los carteles que pegan sobre una de las paredes. En ciertos ámbitos, y especialmente ahora, no es políticamente "correcto" hablar de eso. Ni decir que a un par de cuadras de allí, dos desheredados de la sociedad murieron de frío hace unas semanas. No tuvieron honras fúnebres.