Desde que arrancó el Mundial de Fútbol 2014 en tierra brasilera, los simpatizantes del equipo local alentaron a todos los equipos que jugaron contra la Argentina. Eso sólo ya resulta lastimoso. Pero peor aún cuando en Octavos se pusieron camisetas suizas para alentar a ese equipo contra el nuestro, en Cuartos casacas belgas, en Semifinales (después de haber perdido por goleada con Alemania 7 a 1) se calzaron las remeras holandesas, y en la Final (y luego de ser goleado por Holanda 3 a 0) vistieron la camiseta alemana y silbaron a los argentinos ¿Entendés, no? Estamos hablando de Brasil, no de Guyana, Trinidad y Tobago o México. Un verdadero papelón, quizás peor que haber salido cuarto en el Mundial realizado en su país. Pero ponerse tantas camisetas para alentar a los rivales de la Selección Argentina, haber vendido a precio vil la verdeamarela, los perseguirá hasta que un meteorito destruya la Tierra. De esa, tampoco se vuelve Brasil.