Jasmine Santana, una instructora de ciencias marinas, buceaba en las costas sur de California, en la bahía Toyon, a 20 kilómetros de la costa. Fue entonces cuando a unos 10 metros de profundidad encontró los restos de un enorme pez, que luego se supo medía 5,5 metros de largo. La mujer necesitó la ayuda de 15 personas para arrastrar la gigantesca criatura hasta la costa. "Nunca habíamos visto un pez tan grande", manifestó Mark Waddington, capitán del barco de instrucción del instituto. Lejos de tratarse de un monstruo marino o una criatura mitológica, los restos pertenecen a un pez remo, que se sumerge a más de 900 metros de profundidad y que -según se cree- puede alcanzar hasta 15 metros.