18 noviembre 2010

Y en este rincón, Graciela Camaño







Por Humberto Acciarressi

Ayer, mientras Martin Scorsese, el director de "Toro salvaje" (basada en la vida del boxeador Jake La Motta), festejaba su cumpleaños, la diputada peronista Graciela Camaño se sumó a la celebración fajando a su par de la Cámara de Diputados, el oficialista Carlos Kunkel. Con un cross de derecha digno de la Tigresa Acuña, la presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales -de impecable trajecito violeta y camisa rosa-, por poco le deja girando la cabeza como la de Linda Blair en El Exorcista a su colega. "Estoy harta de que me digan la señora de", trató de justificarse la boxeodiputada, en referencia a su esposo Luis Barrionuevo (por las dudas me estoy poniendo un casco). Esta pelea entre peronistas no es nueva, pero sí lo es en el Congreso y entre una mujer y un hombre.

Haciendo un superficial repaso de las sesiones de box en cámaras legislativas, en los últimos años hubo por lo menos cuatro escandalosas: una en México, otra en Uruguay, otra en Ucrania (en ésta, hasta se tiraron entre los diputados bombas de gases), y una en Corea del Sur (con escenas tan de película berreta que hasta causaban risa). Lo más llamativo de la pelea de fondo que motiva esta columna, es cuando Camaño se le acerca a Kunkel y parece decirle "te espero en la esquina de Callao y Rivadavia". Después vino el derechazo al hocico de Kunkel -ultraoficialista hasta por las "K" del apellido-, que curiosamente quedó sonriendo. No se sabe si por la conmoción o para hacerse el guapo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)