Por Humberto Acciarressi
Mientras el pulpo Paul se prepara para el estreno del thriller sobre su vida ("El asesinato de Paul el pulpo", rodado en China con un doble del molusco), el mundo asiste a la aparición de un nuevo oráculo, esta vez en Australia. Se trata del cocodrilo Harry, quien vaticinó que la actual primera ministra, Julia Gillard, triunfará en las elecciones legislativas. Lo más lindo es que Harry también había augurado la victoria de España en el Mundial. Como ven, el mundo mediático no se agota en los personajes de la farándula.
Hartos del Animal Planet o National Geographic, pulpos, cocodrilos, loros, perros, zorrinos, batracios, han salido en busca de sus quince minutos de fama ¿Qué tiene el chupacabras que no tenga yo?, puede haber pensado Paul. El molusco lo hizo, ¿yo no?, habrá reflexionado Harry el cocodrilo. Ya que los mediáticos que caminan en dos piernas y saturan nuestra TV tienen el coeficiente de un gorrión, ¿los bichos no pueden reclamar su cuota de fama? Después de ver la celebración del cumpleaños de Anabela Ascar por Crónica TV, cualquier cosa es posible. No sólo los vaticinios de Harry, sino que un canguro gobierne Australia. Lo bizarro se apoderó del planeta, que ya parece un set de filmación de Alex de la Iglesia. Y un dato no menor. A metros de Harry, en el Parque Nacional de Darwin, hay otro cocodrilo que adivina el futuro. Se llama Bert. Algo me dice que tendremos noticias suyas en breve.
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)