06 agosto 2010

Larsson, el autor a la sombra de la gloria

Por Humberto Acciarressi

Stieg Larsson, muerto sin haber soñado ni remotamente en el suceso que despertarían sus obras y las peleas generadas por los derechos entre su familia y su esposa, hace unos días se convirtió en el primer escritor de la historia en vender más de un millón de ejemplares de e-books o libros digitales. En medio de esa popularidad póstuma, hoy (Nota: esto fue publicado ayer) se estrena en los cines del país la segunda parte de la saga Millennium, con el nombre de "La chica que soñaba con un fósforo y un bidón de gasolina" (igual que el volumen dos de la trilogía de Larsson), dirigida por el sueco David Alfredson y con Noomi Rapace en el papel de Lisbeth Salander. 

Como si no bastara, Hollywood lanzará su propia versión del primer tomo de la obra ("Los hombres que no amaban a las mujeres", ya filmada en Suecia) bajo la batuta de David Fincher, director de El club de la pelea, Pecados capitales y El extraño caso de Jeremy Button, entre otras, y la actuación de Daniel Craig (James Bond).

Larsson -periodista, antinazi, fanático de la comida chatarra, fumador de cuatro atados de cigarrillos diarios, talentoso hasta la genialidad, amante de los archivos, insomne casi crónico- escribió en sus ratos libres las andanzas del reportero Mikael Blomkvist y la hacker Lisbeth Salander, que publicaba en su revista Expo. El periodista sueco, como si fuera uno de sus personajes, no alcanzó a ver ni la tapa del título que abrió la trilogía. Se murió de un infarto a los 50 años, luego de subir siete pisos por la escalera porque un ascensor no funcionaba.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)