Por Humberto Acciarressi
Desde que la web 2.0 revolucionó el mundo de las comuniciones, la lejana predicción de los quince minutos de fama de Andy Warhol es una realidad innegable. Pero el estandarte del pop jamás hubiera imaginado, por entonces, que esa popularidad sería a escala planetaria y con millones de entusiastas seguidores. Ahora, YouTube producirá el primer documental generado por usuarios, en un proyecto del que participarán, entre otros, Ridley Scott y Kevin MacDonald. ¿Cuál es el eje del proyecto? Que, el 24 de julio, los interesados deberán capturar un momento de sus vidas y subir el resultado a You Tube. Luego, obviamente, llegará el proceso de edición del documental.
En realidad, no hay nada nuevo en lo que respecta al contenido. Hace rato que la manía de exhibirse en público redobla la apuesta con éxito. La lista es interminable: los que cuentan detalles íntimos de sus vidas en las redes sociales, los que ventilan sus detritus en blogs autorreferenciales, los que suben imágenes junto a sus mascotas en cualquier plataforma, los que añaden a YouTube la filmación de su hijo gateando o comiéndose el contenido del pañal.
"La fama - dijo Flaubert a fines del siglo XIX- es la suma de malos entendidos alrededor de un hombre". En el siglo XXI es mucho menos rebuscado: esa misma fama es el objetivo que buscan, de cualquier manera y apelando a cualquier recurso, millones de personas. Desde un ama de casa con talento como Susan Boyle hasta Ricardo Fort, pasando por Larissa Riquelme y el pulpo Paul.
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)