Elvis está vivo, dicen el mito y Calamaro en una de sus canciones. Y por cierto, aunque muerto, su figura sigue más vigente que nunca. Ahora, su piano de cola color blanco, valorado en un millón de dólares, se pondrá al alcance del mejor postor el próximo 14 de agosto, como parte de una subasta con más de 270 recuerdos del "rey del rock". El instrumento, fabricado por la casa Knabe, fue tocado por artistas como W.C. Handy, Duke Ellington, Count Basie y Cab Calloway, antes de que Presley lo adquiriera en 1957.
Ese instrumento había pertenecido al auditorio Ellis de Memphis, en Tennessee, entre 1930 y 1957, y tenía un valor sentimental para el cantante que cuando era niño asistía frecuentemente a conciertos de gospel que se realizaban en ese recinto. Originalmente el piano era de color marrón aunque Elvis pidió al fabricante que lo reformara en blanco con líneas de oro antes de que lo situara como una de las piezas centrales de su sala de música en Graceland.
El piano será la pieza más cara de la subasta organizada por Heritage Auction Galleries, que estima su valor en un millón de dólares, aunque entre los más de 270 recuerdos de Presley se encontrarán otros objetos que podrían alcanzar grandes sumas en la puja entre los coleccionistas. Uno de ellos es el contrato original que firmó Elvis con la discográfica RCA Records en 1955, calificado por Garry Shrum, experto en música de la casa de subastas, como "el primer gran contrato de la historia del rock and roll" y que podría superar los 150.000 dólares. Elvis sigue siendo un negocio redondo.