A poco de cumplirse el noveno aniversario del ataque terrorista a las Torres Gemelas, los trabajadores que excavan en el lugar encontraron los restos de un barco del siglo XVIII. Lo raro es que la nave, que se habría hundido en el Hudson, se encontraba a no más de nueve metros de los cimientos del World Trade Center. También hallaron un zapato de cuero de aquella época. Y eso sin contar, como afirma una compañera en tono conspirativo, "las cosas que deben encontrar y de las que ni nos enteramos".
Hay preguntas que, sin embargo, cabe hacerse. ¿Qué hacía un barco tan cerca de los cimientos de las torres y cómo no lo vieron durante la construcción de las mismas?, ¿nueve años de excavaciones y recién ahora sale a la luz?, ¿estaba construido el complejo sobre un lago?, ¿era un barco pirata?, ¿hay otras naves?, ¿cuántas cosas más van a encontrar?, ¿estaremos en la pista de la Atlántida?, ¿de quién era la bota? Y la más comprometedora de todas, ¿eran seguras las Torres Gemelas? Si aún no comenzaron a rodar un documental, que me coman las hormigas.
En Nueva York ya han empezado a trabajar los arqueólogos y de esos restos hasta puede salir una película de Hollywood, con una moraleja traida de los pelos. En la Argentina -salvo algunos casos, que los hay- con las maderas encontradas alguien hubiera hecho un asadito, y a otra cosa, mariposa. Una última reflexión: ya es hora de comprar una pala. Y el jardín no es mal lugar para comenzar a cavar.
(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)