Las biografías sobre Samuel Beckett y los relatos de quienes lo frecuentaron en diversas épocas lo definen como un hombre solitario, introvertido, de memoria prodigiosa y un excelente sentido del humor. Nacido bajo el signo de Aries en abril de 1906 en Dublin, este descendiente de hugonetes franceses arribados a Irlanda varios siglos antes, se dedicó a la escritura con un postulado que él mismo resumía así: "El único medio de renovación consiste en abrir los ojos y contemplar el desorden". De esa idea central nació el núcleo vital del teatro del absurdo y dos de sus obras claves: "Esperando a Godot" y "Fin de partida". Además, no debe olvidarse "Molloy", un relato agobiante y circular que, excluyendo a Kafka, casi nadie ha logrado. Textos cortos como "Verse", "El despoblador", "El dinero" y tantos más, dos novelas - "Malone muere" y "El innombrable"- magistrales, apenas rozan la totalidad de su obra completa.
Hemos escrito e insistido en que Beckett llegó a una conclusión desoladora como inevitable consecuencia de observar profundamente el mundo: el único pecado -sostenía- es haber nacido. Sin embargo, el irlandés le sacó el jugo a su vida. Durante la guerra contra el nazismo integró la Resistencia Francesa en sus redes de inteligencia; sacó de su atormentada cabeza "Film" (dirigida por Alan Schneider y protagonizada por Buster Keaton); obtuvo el Premio Nobel de Literatura y no fue a recibirlo; donó el dinero del galardón a gente sin recursos y se aisló del mundo -rechazando con amabilidad cualquier homenaje- hasta su muerte en diciembre de 1989. El mejor elogio que recibió entre miles, se lo hizo el amargo Cioran: "No vive el tiempo, sino paralelamente al tiempo". El rumano entendió bien a su colega irlandés.
Ahora, en Buenos Aires y una vez más, se llevará cabo el Festival Beckett (considerado el más importante del mundo dedicado al autor) entre el 4 y el 13 de diciembre en tres sedes: el Centro Cultural Borges, el Teatro El Tinglado (donde habrá elencos argentinos, colombianos y brasileños) y el Centro Cultural de la Cooperación (allí se realizarán jornadas académicas, mesas redondas, diálogos entre actores y directores, entre otras actividades). Naturalmente se entregarán los Premios Godot 2014. Además habrá una exposición fotógráfica del dublinense John Minihan, en el "Borges", considerada única por cuestiones estéticas y porque muestran la intimidad de alguien que era reacio a ser retratado. El Festival Beckett fue creado en 2006, al celebrarse el natalicio del escritor, y su director Patricio Orozco viene haciendo lo necesario para incrementar su importancia, ya reconocida a nivel internacional.