Según la experta de la NASA, el iceberg es "lo suficientemente grande" como para que deba ser vigilado, pero la alarma es menor debido a que la zona en la que flota no hay un alto tráfico marítimo. El interés de los científicos en este iceberg no reside sólo en su notable tamaño, sino sobre todo en que se ha originado en una zona donde no son habituales los desprendimientos de masas de hielo. El glaciar del que se separó en noviembre, el Pine Island, está bajo observación de los científicos porque se derrite muy deprisa y si continúa así, podría provocar un notable aumento del nivel del mar.
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