No hace mucho, los argentinos tuvimos la suerte de tener a nuestro alcance la magnífica obra "Early Stones. Fotografías legendarias de una banda en ascenso", imágenes tomadas por el ya mítico Michael Cooper entre los años 1963 y 1973, después de que el beatle George Harrison recomendara a los Rolling a Dick Rowe, que anteriormente había rechazado a los de Liverpool. El jefe de la sección "música popular" de Decca no quiso mandarse la segunda macana de su vida y les firmó contrato. En una columna anterior decíamos que el libro, en su conjunto, dejaba una cabal muestra de lo que fueron los Stones -aún en vida de Brian Jones- en sus momentos íntimos, con amigos, novias y colaboradores. Como frutilla de la torta, la obra llevaba -lleva, ya que aún se consigue- un prólogo del propio Keith Richards.
Ahora, desde este viernes en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín), quedará abierta al público la muestra "Stones 50", una selección de cien "fine art" fotográfícas de la banda, sacadas por este fotógrafo que dio cuenta de la generación beat literaria, del rock and roll, del hippismo y la psicodelia de los años sesenta.A la exposición de este artista con cuya cámara quedaron retratados, entre otros, Andy Warhol, Francis, Bacon, John Lennon, Twiggy, William Burroughs, Renpe Magritte, Marcel Duchamp y Audrey Hepburn, y que se extenderá hasta febrero en el Cultural Borges, vendrá especialmente Adam Cooper, hijo de Michael, que tutela celosamente más de 70 mil negativos e imágenes tomados por su padre.
Hay que agregar que Cooper fue un artista extravagante, que a pesar de haber muerto muy joven a los 32 años por una sobredosis de heroína, no sólo le tomó fotos a todos los mencionados, sino que además es el autor de dos tapas memorables en la historia de la música: la de "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", de los Beatles (es decir, la portada más famosa de todos los tiempos de acuerdo a miles de encuestas), y la de "Sus majestades satánicas", de los Rolling Stones. Sólo por eso ya debería ser recordado por siempre. Y sin embargo, en palabras de Lennon a la muerte de Cooper: “De todos los fotógrafos que existen, Michael ha sido por lejos el que mejor documentó esa magnífica década, y quien entendió realmente qué significaron aquellos años sesenta y aquellos juveniles sueños de futuro”. Su obra vinculada a los Stones puede verse ahora en el Centro Cultural Borges. Y no hay que perdérsela.
(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)