DAVID GROHL |
Por Humberto Acciarressi
El sitio, cuentan, era feo, sucio, con serias carencias y no muy bien ubicado. Pero ese lugar del valle de San Fernando, en Los Angeles, tenía algo que no tuvieron otros estudios de grabación de los primeros años del rock: encanto. Curiosamente, como si estuviera condenado a convertirse en un mito, el sitio tenía un sonido natural maravilloso y una superconsola Neve 8028 que le costó a su dueño, Tom Skeeter, casi tres veces más que su casa.
A finales de los 60, Sound City saltó a la consideración de muchos músicos del under con el resurgimiento de Fleetwood Mac, que tuvo su formación definitiva gracias al estudio. Allí grabaron Neil Young, Rick Springfield, Tom Petty, Rage Against the Machine, Queens of the Stone Age. Gun´N´Roses, Johnny Cash, Metallica, Red Hot Chilli Peppers, Ry Cooder, The Black Crowes, Joe Cocker o Lenny Kravitz, por nombrar sólamente a algunos. De una manera bastante misteriosa, el asqueroso lugar se convirtió en la meca de decenas de grupos que no grababan en los grandes estudios. Y además en un trampolín al éxito. Pasaron los años. Cuando los avances tecnológicos se hicieron más insoslayables, Sound City quedó al borde del abismo. Eran los 80.
Un día de 1991, David Grohl -baterista de Nirvana, luego frontman de Foo Fighters y director de cine- entró junto a Kurt Cobain en el legendario Sound City. Ya elegido el lugar, los demás integrantes de la banda se dieron cita alrededor de la Neve 8028 y comenzaron una grabación que iba a cambiar el curso de la música posterior. Nirvana salió del estudio con "Nevermind" bajo el brazo. Las 30 millones de copias que se vendieron cambiaron la vida de los integrantes del grupo emblema del grunge.
El éxito de Nirvana volvió a poner de moda al estudio. Rage Against the Machine, Pixies o Red Hot Chili Peppers llegaron convocados por la leyenda y por su peculiar sonido. En 1996, Johnny Cash eligió el estudio de The Valley para sus míticas sesiones con Rick Rubin, productor habitual de Sound City. Luego de la muerte de Kurt Cobain, Grohl -para matar la tristeza y hacer catársis- se encerró en el garaje de su casa. Allí nacieron las primeras canciones de Foo Fighters. Y mientras siguió filmando. Ahora, el DVD "Sound City", dirigido por él, da cuenta de esa pasión que nunca ocultó.
(Publicado en el suplemento "¿Te Suena?", de La Razón, de Buenos Aires)
LA ENTRADA DE SOUND CITY |
LA SUPERCONSOLA NEVE 8028 |