BERNARD BEY, EL HIJO SIN CARIÑO |
Bernard Bey podría ser definido como un pobre tipo. Pero aún así no estaríamos diciendo nada. Hay muchos que responden a ese calificativo sin llegar al drama de este hombre sin hogar que deambula por Brooklyn, Nueva York, ya que no tiene ni dónde pasar la noche. Bernard come gracias a los restos que recoge en las calles y se tapa con diarios y mantas sucias que le disputa a otros homeless.
Hace unos días, este individuo sufrido ingresó al edificio de la Corte de Brooklyn, caminó hasta un mostrador, fue derivado a una oficina y allí hizo una denuncia: sus padres no le dieron cariño siendo un nene, lo que determinó que tuviera que irse del hogar a los doce años. Quien le tomó la denuncia lo escuchó, anotó y se quedó helado cuando Bernard le dijo que busca una indemnización de 200 mil dólares por daños y perjuicios, además de la hipoteca de la casa familiar en la que aún viven sus padres.
Como era de esperar, el hecho fue rápidamente conocido por los diarios, y Bey comenzó a dar entrevistas. Mientras, la ley sigue su curso. El tipo, que ahora tiene 32 años, cuenta que la falta de cariño de su madre y de su padre fue la que determinó su huída de la casa un cuarto de siglo atrás, y que por culpa de ellos se vio obligado a vagabundear, pasar varias temporadas en refugios para los sin techo y recalar un par de veces en la cárcel.
Para demostrar que no está jugando ni mucho menos, respondió ofendido a la pregunta de un periodista: "No me interesa lo que les pase a mis padres. Ellos no me quisieron cuando era pequeño y no hay ningún lazo entre nosotros. Ni siquiera me recibieron cuando volví a mi casa hace unos años". En tanto, los demandados no hablan. Como ya advertiste, Barnard Bey es un pobre tipo. En su acepción más amplia. Y para dejar de serlo lo será aún más. A él no le interesa. Y argumenta que con el dinero que le gane a sus padres quiere abrir dos franquicias de una conocida cadena de pizzería , comenzar una nueva viva y formar una familia. En fin.
(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)