Impresor virtuoso, utilizando raras técnicas para trabajar los negativos y la foto posterior, entre 1907 y 1930 se dedicó a ejecutar la obra cumbre de su vida: "The North American Indian". Se trata de una colección de veinte tomos, con más de 2.200 fotografías originales sobre el indio norteamericano - apache, navajo, hopi y otros que sobrevivieron a las sistemáticas matanzas -, realizadas con el objeto de documentar las costumbres de los pueblos nativos.
El proyecto le costo caro: perdió salud, dinero y familia. En 1930 estaba definitivamente quebrado. Y hasta su muerte, en 1952, vivió en la pobreza y en la oscuridad más absoluta. Su obra, después de décadas de permanecer en catálogos de rarezas, hace poco salió a la luz y los estudiosos analizan cada uno de sus fotogramas. Lo que no es poco para quien, en el peor de los momentos históricos, emprendió una tarea condenada al fracaso. Lo que no significa nada, pero tiene cierta belleza.