27 marzo 2013

Piden la pena de muerte para la marmota Phil


Por Humberto Acciarressi

Tal vez recuerdes la película "Groundhog day" ("El día de la marmota"), aquella historia protagonizada por Bil Murray como el engreído meteorólogo de Pittsburgh y la hermosa Andie MacDowel , su productora en el film. Ambos deben viajar a Punxsutawney, una pequeña población de Pennsylvania ,en la que cada 2 de febrero, en pleno invierno, una marmota predice cuánto durará el frío y el mal tiempo. La trama es fantástica, ya que el personaje está condenado a vivir todos los días el mismo día, aunque no conviene que añada más nada puesto que te sugiero que la veas. La marmota se llama Phil de Punxsutawney y su fama se extendió por todo el mundo.

Desde el estreno de la película en 1993, ya han pasado más de quince animalejos. Todos con el mismo nombre. En otras ciudades de los Estados Unidos, tenemos a Balzac Billy, Queen Charlotte, Woodstock Willie, Sir Walter Wally, General Beauregard Lee, para nombrar apenas a algunas de las marmotas. Pero fue Phil de Punxsutawney el bicho que pasó a la posteridad.

El Día de la Marmota se celebra en varios países e incluso hay estudios llamados "serios" que calculan que el pronóstico del roedor tiene una precisión de entre un 75% y un 90%. Una burrada con todas las letras, ya que se le quiere dar trascendencia verdadera a lo que es una legítima y divertida fiesta popular. Pero la gente está muy loca. Y lo está hasta tal punto, que un fiscal de Ohio presentó cargos contra la marmota Phil y pidió para ella la pena de muerte, por errar en su pronóstico de que este año se adelantaría la primavera.

Aparentemente, el animalito de Punxsutawnety "dijo" que el frío sería corto. La gente aplaudió, tomó chocolate caliente y bailó hasta agotarse. Pese al vaticinio, las temperaturas todavía son muy bajas, especialmente en los estados del norte. Y el fiscal de marras acusa a Phil de "tergiversación de una primavera temprana". Algunos dicen que es un chiste, pero los encargados de cuidar a la marmota incrementaron las medidas de seguridad.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)