28 febrero 2015

Leonard Nimoy nunca será otra cosa que el comandante Spock


Por Humberto Acciarressi

Hay actores que sufren una especie de mal conjuro en vida, que los lleva a vivir atormentados, a veces públicamente, en ocasiones de manera secreta. Leonard Nimoy, que acaba de fallecer a los 83 años, nunca fue o será otra cosa que el señor Spock de "Viaje a las estrellas", la serie que muchos vimos cuando aún el color no había llegado a la televisión argentina. El primer deseo que tiene uno es verificar que, como tantos otros, Nimoy también tuvo una brillante carrera actoral, paralela al habitante de Vulcano. Y la verdad es que no es así. Fue -de eso no caben dudas- director, fotógrafo y hasta poeta. E incluso quiso torcer su destino con dos autobiografías: “I Am Not Spock” (Yo no soy Spock) de 1975 y “I Am Spock” (Soy Spock), de 1995. El título de la segunda explica por sí mismo su resignación.

Con dos trabajos previos en el cine, en la década del 60 se metió en la televisión y participó en varias series que naturalmente ya son objetos de culto. Pero recién entre el 8 de septiembre de 1966 y el segundo día del mismo mes pero de 1969 (apenas tres años), se convirtió en el ícono pop de la ciencia ficción al encarnar al Comandante Spock en "Viaje a las estrellas" de la caja chica, dirigida por Gene Roddenberry. Era tan bizarro su personaje, que los directivos de la Paramount quisieron erradicar a Nimoy de la serie, por considerarlo "poco humano" (y por cierto no lo era, ya que era vulcano), pero el director manifestó que sería un verdadero desastre, ya que era el alma de la tira. Fue por eso que estuvo en los 79 episodios de las tres temporadas.

Cuando la serie fue cancelada, es verdad que el actor se quiso despegar del personaje célebre e incursionó en otras disciplinas artísticas y otros proyectos, fueran televisivos o cinematográficos. A diferencia de lo que fue su señor Spock, nada de otro mundo. Fue cuando escribió la primera de sus autobiografías. Luego, cundo llegó la inacabable seguidilla del "Viaje a las estrellas" de la pantalla grande, lo terminaron enganchando, aunque como director en un par de las películas o como actor secundario. En varios papeles fuera de Star Trek fue Paris, el maestro de disfraces de "Misión imposible", fue Vincent Van Gogh en el teatro y también el esposo de Golda Meir en "A Woman Called Golda" ¿Lo recordabas?... Yo tampoco. En 1995, con su segunda autobiografía, no sólo ya estaba resignado sino que también se justificaba. Ahora se murió y no existe la más mínima duda que nunca será recordado por otra cosa que por haber sido, durante unos 80 episodios televisivos, el Comandante Spock.

(Publicado en el diario La Razón, de Buenos Aires)