Un electricista retirado que en el pasado trabajó para Pablo Picasso comenzó a ser juzgado junto a su esposa por esconder en su casa de Francia, 271 obras de arte reclamadas por los herederos del celebre pintor español. "Picasso tenía absoluta confianza en mí, quizá por mi discreción", declaró Pierre Le Guennec, de 75 años, en el primer día del proceso en su contra por el delito de "ocultamiento de bienes procedentes de un robo".
El ex electricista del artista y su esposa dijeron que la segunda mujer de Picasso les dio un baúl lleno de obras de arte que mantuvieron prácticamente intacto en un garaje hasta 2010, cuando decidieron poner sus cosas en orden para sus hijos y se dirigió a la Picasso Administration para obtener certificados de autentificación de las obras. Picasso y su compañera Jacqueline "me llamaban 'primito'", dijo Le Guennec. Sin embargo, los herederos del pintor malagueño califican el relato de ridículo. Entre las obras hay litografías, retratos, acuarelas y bocetos que datan de entre 1900 y 1932. Si bien las obras son muy dispares, entre ellas hay algunas excepcionales, como unos collages cubistas.