Este tipo de trabas legales no es exclusiva de Francia. Como da a conocer el portal EUobserver, en 2001 la UE tomó medidas para facilitar el uso de fotos de obras arquitectónicas situadas en espacios públicos. Pero como la cláusula que dotaba de gratuidad esta actividad era optativa, tres países decidieron no adherirse a ella: Francia, Bélgica e Italia. Así que otros monumentos, como por ejemplo el Atomium belga, tampoco dejan divulgar sus imágenes, y los permisos se venden. En el caso de esta peculiar estructura de Bruselas, la restricción estará vigente hasta el 1 de enero de 2076, cuando se celebre el 70 aniversario de la muerte de André Waterkeyn, su constructor.
Esta normativa, además de cambiar los hábitos de los turistas usuarios de redes sociales, trae de cabeza a algunas webs más populares. Como explica Dimitar Dimitrov, experto en política europea de Wikimedia, ellos se han encontrado con situaciones surrealistas. Por ejemplo, cuando Wikipedia quiso incluir una foto del Parlamento Europeo de Estrasburgo, descubrió que la Eurocámara no posee los derechos de autor de sus propios edificios. Estos pertenecen a una oficina de arquitectura francesa que sólo cede los permisos con fines informativos. Mama mía, qué marmotas.