06 noviembre 2014

La Siniestra, el sexteto que ya pegó el "Salto"

Por Humberto Acciarressi

La Siniestra, un sexteto de muy buenos músicos de tango, no se anda con vueltas. En su tercer disco, "Salto", se da el gusto de abordar siete temas propios, más uno de los hermanos Expósito ("Maquillaje"), un clásico de Alfredo Zitarrosa ("Milonga en do") y hasta una canción de Pescado Rabioso ("Sombra de la noche negra", de Black Amaya y el Flaco Spinetta). Con una década de trayectoria, y con una estética que combina los ritmos clásicos con sonoridades contemporáneas, la agrupación logra combinar con gran calidad la flauta traversa de Victoria Politi, la guitarra de Alejandro Bordas, el piano de Marina Votti, el contrabajo de Oscar Pittana, el bandoneón de Paula Liffschitz y la voz de Diego Bergesio. El CD será oficialmente presentado el 5 de diciembre en el Club Atlético Fernández Fierro (Bustamante 764).

Con motivo de este acontecimiento de gran importancia en la trayectoria del grupo, le preguntamos a su guitarista, Alejandro Bordas, sobre la importancia de este disco. El músico responde: "Fundamentalmente que implicó apostar a más, apostar a nuestras propias músicas de lleno. En estos 10 años hemos recorrido muchísima música, tradicional y no tradicional, explorando y buscando. Hemos hecho anteriormente dos discos, que nos fueron mostrando el camino para llegar a éste de una manera inmejorable. Justamente el nombre, "Salto", refleja lo que significa para nosotros. Estamos muy contentos con el resultado, nos dimos el gusto de hacer lo que queríamos realmente, sin pensar en nada más que en la obra musical, pensando en una obra integral y pensando también una sonoridad bien definida y contundente, algo que en otros discos se veía venir, pero tal vez no se reflejó tan claramente como sucede ahora".

Como no todos saben el por qué del nombre de la banda, Bordas nos cuenta: "El nombre La Siniestra surge porque en la prehistoria del grupo (cuando éramos un grupo de estudio) investigábamos el género y ni siquiera salíamos a tocar más que a alguna fiesta de amigos o de algun tío, y todos militábamos en el centro de estudiantes de la EMPA (Escuela de Música Popular de Avellaneda). El nombre se dio naturalmente, un poco en referencia a la izquierda, otro poco a romper un poco con los esquemas" ¿A qué te referís específicamente cuando hablás de "un salto"?, insistimos. "Nos tomamos todas las libertades que, por algún motivo, en otro momento de nuestra historia no nos habíamos tomado. Tal vez tenga que ver con una madurez expresiva o con haber transitado el tango durante años. Luego de tocar mucho un género, dan ganas de aportarle composiciones propias y arreglos originales al proyecto. Por un lado, creo que el desarrollo del género y lo que lo identifica es la identidad rítmico-melódica. Nosotros tomamos ese lenguaje y a medida que se van probando los arreglos e ideas, se va generando un lenguaje identitario propio, son arreglos frescos con mucha fuerza y algo que invita a dar el "Salto", un salto a los prejuicios, un salto a la música, una aventura a recorrer. Así describiría la libertad que se escucha".

¿Cómo ven a sus colegas de las nuevas generaciones, el escenario del tango argentino actual? Bordas no andan con vueltas: "La escena del tango actual está en pleno crecimiento, desde ya hace más de 15 años que venimos haciendo tangos y música nueva con un colectivo de artistas que viene interesado en el género y que nos sentimos representados por ésta música, lejos de pensar en etiquetas o que el tango es música de gente mayor y aburrida, pensamos el tango como se vive hoy con la vorágine del dia a dia. En las letras hablamos de las cosas que nos pasan y se canta como se habla, el tema del lenguaje es fundamental para concebir las letras que vienen hoy. Se han creado muchísimos festivales de tango barriales que hay crecido en difusión. También siento que al tango de hoy le hace falta apoyo desde el mismo estado y desde lo privado. Pero el tango de hoy, el que estamos haciendo, viene teniendo buenos augurios, esperemos que siga asi y vamos por mas". Y si él lo dice no hay por qué dudarlo.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)