El 22 de octubre de 1895,en la Estación Central de París-Montparnasse, se produjo uno de los accidentes ferroviarios más impactantes (y célebres por sus repercusiones, incluso culturales) de todos los tiempos. Esto debido a la época en que sucedió y por la publicidad que tuvo entonces.La formación había partido de Granville y, como iba con retraso, los maquinistas Guillaume Pellerin y Victor Garnier le imprimieron una velocidad que no les permitió frenar en la terminal de trenes. Ni siquiera utilizando las herramientas de emergencia,
El asunto es que se llevó por delante los topes, atravesó el hall y se precipitó a la calle atravesando los muros exteriores y el gran ventanal.
Si se considera la magnitud del accidente, hay que decir que hubo sólo una persona muerta: la vendedora de diarios Marie-Augustine Haguillard, de 37 años, que fue aplastada por la caída de la pared. Los maquinistas sufrieron heridas leves, igual que un par de pasajeros. En publicaciones diarias y revistas francesas de esos días, hay numerosas y anónimas fotos desde distintos ángulos (también ilustraciones), de la locomotora colgando del frente de la estación. Se ignoran los autores, que obviamente fueron varios.