21 mayo 2015

Jimi Hendrix, los Beatles y el supergrupo que no pudo ser


Por Humberto Acciarressi

Todo el mundo que ronda los ámbitos del rock, sabe que Jimi Hendrix era un fanático inclaudicable de los Beatles. Y aunque casi no hacía distinción entre uno y otro vinilo (en aquella época se estilaba ese soporte), particularmente admiraba el LP "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". El mismo músico solía contar a quien quisiera escucharlo, que compró la obra maestra de los Fab Four el mismo día que salió a la venta en la capital inglesa (el 26 de mayo de 1967), y que una semana después (el 4 de junio de 1967) tocó el tema que da nombre al disco en el Saville Theatre de Londres. Lo que no es muy conocido sobre el violero zurdo es que unos meses antes, mientras "Sgt. Pepper´s..." se encontraba en su fase final de grabación, los Beatles habían presenciado el debut de la Jimi Hendrix and The Experience desde un palco. Y que el 4 de junio, cuando interpretó el clásico beatle recién editado, volvieron a escucharlo George y Paul en persona.

Mucho tiempo más tarde, McCartney manifestó que aquella lejana versión le pareció un honor y que la actuación de Hendrix en el escenario fue "simplemente increíble, quizá la mejor que haya visto". A tal punto que el propio Paul insistió tanto por incluirlo en algún espectáculo de nivel, que el oriundo de Seattle fue invitado a subirse al escenario del histórico Monterrey International Pop Music Festival (considerado el antecedente de Woodstock), realizado apenas unos días más tarde (del 16 de junio al 18 de junio de 1967) de escucharlo reversionar el tema famoso, cuando la grilla del encuentro ya estaba lista desde tiempo atrás. Paul, como sus otros tres compañeros, podían darse esos y otros lujos. En lo referido a Hendrix, con apenas cuatro discos de estudio antes de ingresar en el club de los muertos a los 27 años y convertirse en un mito, fue un revolucionario de la música en el sentido más amplio del término, y extendió hasta donde fue posible los límites del rock y del blues. Alguna vez escribí que "metió sus reflexiones musicales en una cinta de Moebius inaccesible para otros".

Pero hay un dato menos conocido en la vida del mejor guitarrista de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone. En 1969, Jimi andaba con ganas de hacer algo más novedoso y ponía un poco de distancia de su banda tradicional. Mientras, los Beatles estaban al borde la separación definitiva. El asunto es que un día, el agente de prensa de Paul, Peter Brown, recibió un telegrama desde Nueva York. El mismo decía: "Estamos grabando un disco juntos este fin de semana en Nueva York. ¿Qué tal si te pasas por Alvan Douglas 212-5812212 a tocar el bajo? Paz. Jimi Hendrix, Miles Davis, Tony Williams". Me imagino que leiste bien los nombres. La pena es que del otro lado del océano les contestaron: "Paul McCartney está de vacaciones fuera de Londres. No volverá hasta dentro de dos semanas. Peter Brown". La guitarra de Hendrix, la trompeta de Miles, la batería de Williams y el bajo de Paul: lo que se perdió la música tal vez nunca alcancemos a imaginarlo.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)