El ejército de Tailandia anunció un golpe de Estado, dos días después de declarar la ley marcial en medio de la crisis política que vive el país, tras más de ocho meses de protestas antigubernamentales. Los militares han declarado el toque de queda nocturno, han suspendido la emisión de radio y televisión nacionales e internacionales, que han sido limitados a emitir los comunicados de los golpistas, al tiempo que prohibieron las reuniones de más de cinco personas. La Constitución fue suspendida por los golpistas.